A pesar de lo apretado del marcador, el Valencia tuvo un partido relativamente cómodo en el trascendental choque ante el Getafe en el ‘coliseo’. Los tres puntos significan un paso más en la consecución de una plaza para la Champions en detrimento del equipo revelación del campeonato, la Real Sociedad, que lejos de desinflarse tras el mal partido del lunes pasado, en el que los ‘txuri urdin’ no pudieron pasar del empate en Anoeta ante el Granada, han respondido horas después con una victoria también ajustada (1-2) ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán.
El Coliseum Alfonso Pérez Muñoz parecía una extensión de Mestalla. Más de 1300 aficionados ‘ché’ vistieron la grada azulona con los colores de la Senyera y se notó… vaya si se notó. Así es la afición de un Valencia ganador, sin duda.
Pero ocupémonos de lo que nos importa, que es el Valencia CF. Conscientes de que el auténtico corazón valencianista en ataque es el argentino Banega, dispusieron los azulones un completo marcaje específico para Éver que, si bien no consiguió maniatar ofensivamente hablando a los valencianistas, sí restaron ese punto de frescura que facilita las ocasiones de gol. Con todo, el argentino se dio un auténtico palizón, hasta el punto de tener que ser sustituído en la segunda mitad.
El choque comenzó con las típicas imprecisiones de dos equipos tanteándose, Banega un tanto tapado y por consiguiente la creatividad del Valencia CF, y por parte azulona, Pedro León y Barreda empequeñecidos y apenas conectados con el partido. Aun así, Soldado avisaba en dos ocasiones en esta primera parte, haciendo lucirse a Moyá que al final se convirtió en el mejor de su equipo.
Hasta el minuto mágico. Se acercaba inexorable el final de la primera parte cuando, en el minuto 43, Banega recibía una falta a unos diez metros fuera de la frontal del área. Dani Parejo ponía la pelota en juego en el perfil izquierdo del área grande hacia el propio Éver; el internacional argentino combinaba hacia Mathieu que, con un latigazo espectacular, ponía el cuero en el poste izquierdo de la meta de Moyà. Inapelable, imparable, con una potencia descomunal, el disparo de Jérémy que marcaba el 0-1 para la extraordinaria algarabía de los aficionados valencianistas desplazados a Madrid.
La segunda parte fue de absoluto dominio ‘ché’, con un Getafe que apenas causó motivos de preocupación a Guaita… Que por cierto, desde su vuelta a la portería, mantiene una extraordinaria racha: ningún gol encajado en los últimos tres partidos es la mejor noticia que puede dar el meta valenciano.
Ahora, lo que toca es seguir con esta racha de victorias hasta el final, dado que la Real Sociedad parece no estar dispuesta a dejar la cuarta plaza así como así. El próximo capítulo de este emocionante final de temporada, en Mestalla ante el Granada en una jornada en que todos los partidos se jugarán el domingo a las 20:00 horas. La Real juega contra el Real Madrid esa misma jornada… Sigue siendo todo un Real Madrid pero, tras la debacle merengue en Copa y la admisión del fracaso por Mourinho, todo puede ocurrir.
VLC Ciudad / Javier Furió. Fotos: Valencia CF.