La Federación de contratistas exige firmeza ante el gobierno, el pago de la deuda e inversión productiva en obra pública.
Ante la sucesión de noticias e informes referentes al déficit, al FLA y a la falta de financiación de la Comunidad Valenciana, Fecoval ha realizado una reflexión profunda sobre la situación de la economía valenciana, de las empresas y el sector, y del papel que debería jugar el Consell para buscar soluciones efectivas.
En primer lugar, destaca el hecho de que en los últimos 5 años, el sector de Obra Pública ha perdido en nuestra Comunidad el 50% de los puestos de trabajo. Ha acumulado una deuda de 650 millones de euros de los que 237 millones los sufren las empresas Fecoval con la Administración Autonómica. Deuda que a día de hoy, sigue sin cubrirse. Las empresas han perdido la capacidad de financiación y las Inversiones para obras Públicas en nuestra Comunidad, son insignificantes e insuficientes en el presente y se nos anuncia una y otra vez, que seguirán así en el futuro, por lo que el sector se asoma al precipicio de la desaparición. Resulta especialmente preocupante la nula respuesta del Gobierno Central, la falta de sensibilidad del Gobierno Valenciano y la ignorancia del sistema financiero hacia las empresas valencianas del sector.
El Ministro Montoro comprometió ante la CNC el pago de la deuda a finales de 2012, promesa que ha sido incumplida y que suponía, en octubre del pasado año, una cifra de 650 millones de euros para las empresas de la C.V. Lejos de su cumplimiento, el pago a proveedores recientemente anunciado no destinará fondos para la Comunidad, y sirve tan solo para atender, básicamente, las necesidades del País Vasco y Navarra. Este nuevo incumplimiento, consentido, llevará al cierre a más empresas por asfixia económica fruto de las deudas. A ello se suma, la falta de defensa de los interés por las empresas valencianas,, al anunciar el Consell que no quedan facturas en el cajón (sin consignar), cuando sólo las empresas de la Federación tienen 37 millones en deudas reconocidas pendiente de facturar por falta de dotación presupuestaria o tramitación. Finalmente, la falta de sensibilidad del Gobierno Central, se pone de manifiesto, sin réplica, del Gobierno Valenciano cuando el Aquél rectifica al alza el presupuesto de inversión en obra pública, con 580 millones de euros, sin que la C.V. reciba un solo euro.
En un país con seis millones de parados, hay que destacar que la obra pública genera 117.000 puestos de trabajo por cada 1% del PIB invertido, 180.000 si se incluyen los indirectos. Además, este sector genera un retorno fiscal del 62% en porcentajes de PIB, el mayor de cualquier actividad económica. Las empresas de Fecoval se consideran injustamente tratadas, frente a otras de otros sectores, que sí cobran sus deudas, apoyándose en la presión social o política. Ninguna empresa constructora ha dejado de trabajar por los impagos, haciendo gala de una responsabilidad social que no ha sido respetada y que lleva a preguntarse si en esta Comunidad es obligatorio manifestarse y dejar de prestar servicios como medida de presión para cobrar.
En la actualidad, el Gobierno Valenciano ha pedido a las empresas que apoyen la lucha para conseguir una mejora en el sistema de financiación. Es evidente que la Comunidad está mal financiada, y Fecoval apoya al Consell en esta reclamación, pero este apoyo no debe confundirse con un apoyo a las políticas económicas actuales. El Gobierno Valenciano debe trabajar por reducir la diferencia entre ingresos y gastos, cifrada en 3.500 millones anuales.
Para reducir los segundos y evitar esta diferencia, en vez de quitar inversión productiva, se debe acometer de verdad y con contundencia la reforma del Sector Público y no necesariamente quitando puestos funcionariales. Mejoren esa cuenta, también, contribuyendo a crear trabajo y para eso, caigan de una vez en la cuenta, que deben ahorrar más que lo estrictamente necesario, para que les quede margen para invertir, si no se conducen inevitablemente a la parálisis total. Eso, sí, para invertir en proyectos que demuestren su viabilidad económica y social. Proyectos que debían estar ya estudiados, pero que si no lo están, deben empezar a redactar de inmediato. Planificar, y conciliar con la oposición planes de futuro, sin que se sometan a los vaivenes políticos, dando estabilidad al sector.
Finalmente, la Generalitat debe exigir a Madrid que las empresas valencianas participen el los proyectos que el gobierno desarrolla en nuestra Comunidad, como se hizo anteriormente, para garantizar la subsistencia del sector y la creación de puestos de trabajo valencianos.
El recurso a la internacionalización también permite que las empresas sobrevivan, para ello se deben facilitar el Gobierno Central las normas e instrumentos que permitan que las empresas renueven con una menor actividad, como la actual, sus clasificaciones Estatales que les acredita su solvencia otros países, y el acceso a los instrumentos de financiación y. garantías, y debe nuestro Gobierno exigirlo, y no como hasta ahora, que nadie, salvo Fecoval, está defendiendo.
En definitiva, Fecoval exige al Gobierno Valenciano firmeza en la defensa de los intereses de las empresas valencianas, claridad en las cuentas y seriedad ante los compromisos económicos y, sobre todo, inversión de recursos para garantizar el crecimiento de la economía valenciana. Fecoval, por su parte, apoya al Consell en la reclamación de la justa financiación de nuestra Comunidad, y en cualquier reclamación o iniciativa que signifique inversión y progreso para nuestras empresas y Comunidad como ha hecho siempre.
VLC Ciudad / Redacción