En un giro inesperado y fascinante, el Congreso mexicano se convirtió en el escenario de una exposición que desafía las nociones convencionales sobre la vida en nuestro planeta. Durante una sesión especial, se presentaron los cuerpos fosilizados de dos seres que, según el periodista y científico especializado en ovnis Jaime Maussan, no pertenecen a la evolución humana.
Estos cuerpos, que se dice tienen alrededor de mil años de antigüedad, fueron exhibidos en vitrinas de cristal, atrayendo la atención tanto de escépticos como de creyentes en la vida extraterrestre. Maussan, con una firme convicción, declaró: “Estos especímenes no forman parte de la evolución de nuestro mundo. No son restos de un ovni estrellado. Fueron encontrados fosilizados en una mina de musgo diatomeo”.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llevó a cabo análisis en las muestras, y se realizaron pruebas de radiocarbono para determinar su antigüedad. Sin embargo, a pesar de los meticulosos exámenes, se descubrió que los fósiles estaban cubiertos por una capa de arena, lo que plantea más preguntas sobre su origen y autenticidad.
“No estamos solos en el vasto universo, tenemos que aceptar esta realidad”, proclamó Maussan, subrayando la importancia de que el público esté informado sobre la existencia de seres no humanos y tecnologías avanzadas.
Durante la sesión, Maussan estuvo acompañado por el ex piloto estadounidense Ryan Graves y Avi Loeb, profesor de astrofísica de la Universidad de Harvard. Graves, por su parte, ya había presentado pruebas similares en una audiencia en el Congreso estadounidense en julio.
Aunque la existencia de fenómenos inusuales es generalmente aceptada en círculos científicos y políticos, el debate sobre su origen sigue siendo un tema de discusión. ¿Son estas evidencias de vida extraterrestre o simplemente malentendidos científicos? El tiempo, la investigación y el debate continuo determinarán la respuesta.