Jose Cuñat | Estuve por una reunión de trabajo, pero aproveché para hacer fotos al menú del día ,que fue el que comimos. No os puedo hablar de precios por que no pagaba yo.
Hubieron algunos detalles en el acto que no me acabaron de gustar, pero como son profesionales de la hostelería y yo un simple comentarista gastronómico ecuánime les hago mi valoración escrita. Lo que por ejemplo no me gustó, es que, estando dentro de la reunión, en una especie de salón, con el suelo color a cemento recién puesto y no demasiado bien acondicionado, al menos en esta ocasión. Se pusieran a llenar las neveras para rellenarlas de botellas, mientras se daba la explicación en una pantalla portátil. Imaginaros lo que podríamos escuchar con el tintineo de las botellas o mientras miembros del cuerpo del hotel circulaban como Pedro por su casa. No me gustó bastante desatentos a la situación. ¡la verdad!
Por otra parte en cuanto al trato y la comida correcto, un servicio agradable y una comida, que sin ser excesiva empezó bien, con buen sabor y condimento, pero no terminó como debía y otra vez el fallo, en mi gran pasión, los arroces, paella y arroz a banda, no terminaron de gustarme les faltó el punto final del arroz y sabor. Escasos, además en presencia y plato, con un producto, como la paella, que se deja llevar. Una lástima