Noche gloriosa en la que increíblemente y aupado por la fe inquebrantable de la afición, que recibió en volandas a sus jugadores desde la misma llegada a Mestalla, el Valencia CF ha borrado del mapa al Basel FC endosándole una manita, cinco chicharros cinco, tras 90 minutos en los que se empató la eliminatoria, y una prórroga en la que los visitantes perdieron dos jugadores por tarjeta roja merecida y los locales marcaron dos golazos.
Quizás tenía que tocar fondo este equipo para que, después del ridículo más espantoso el pasado fin de semana en Valladolid y una falta de efectividad de cara al gol más que alarmante, llegara esta noche mágica, en la que Keita parecía un chaval de 22 años, Paco Alcácer un ‘killer’ experimentado a la altura del mismísimo Van Basten, y Javi Fuego emulando al mítico Beckenbauer.
El encuentro comenzaba con el homenaje del Valencia CF, con un minuto de silencio, al recientemente fallecido jugador del Ontinyent juvenil Óscar Martínez. Los de Pizzi querían dedicarle al joven valenciano la clasificación, y vaya si cumplieron.
Pizzi puso sobre el césped un conjunto de guerreros dispuestos a dejar lo mejor de sí mismos en él. Y el caso es que esos valientes comenzaron pronto a dar guerra al Basel, que se vio obligado a hacer penalti sobre Keita en el minuto 13. Lástima que el colegiado no viera el clarísimo agarrón de un defensa del equipo suizo sobre el de Mali.
Feghouli se aplicaba por su banda mientras Fede no interpretaba bien las órdenes de Pizzi, por lo que lo mejor del Valencia llegó por la orilla del argelino… hasta el punto de provocar una tarjeta amarilla para Safari, su par en el equipo suizo. Pero el comienzo de la esperanza blanquinegra no llegaría hasta el minuto 38.
Una buena recuperación de Joao Pereira dio origen a la jugada del primer gol. El portugués sacó el compás y le dio un pase perfecto a Alcácer, que solo tuvo que parar con el pecho y batir de forma inapelable al guardameta del Basel, Sommer. 1-0 y Mestalla comenzaba a creer en serio en la #reAMUNTada.
Pero no iba a ser tan rápido. Pocos minutos después del golazo de Alcácer, Edu Vargas fallaba un gol cantado haciendo aparecer, por algunos segundos, el fantasma de la falta de gol que el VCF ha evidenciado en los últimos encuentros. No iba a ser así. En la continuación de la jugada, el mismo Vargas se encargaba de enmendar el error con un testerazo que se iba a las mallas a centro de Fede, que había lanzado desde el córner. 2-o y toda una segunda parte por delante para poder marcar el gol que empatara la eliminatoria.
En la segunda parte, el entrenador del Basel, Murat Yakin, no tardó en mover el banquillo al entrever la más que probable épica valencianista, y lo único que consiguió es enterrar toda posibilidad de reacción por parte de su equipo. Los valencianistas agobiaban a los suizos acorralándolos en su área cada vez con más claridad.
Vargas rozaba la gesta en el ’55, pero una gran intervención de Sommer evitaba el tercer tanto valencianista. Mestalla hervía de impaciencia porque se veía cada vez más cerca el gol, pero éste no acababa de llegar y el minutero corría como nunca. Joao se sacaba otro pase a lo Fernando Gómez Colomer para que Vargas, en un escorzo imposible, le diera a Paco Alcácer el balón que iba a alojarse en las redes de la portería suiza. La eliminatoria volvía a comenzar. El 3-0 dejaba algo más de un cuarto de hora para, con un solo gol, clasificar al valencianismo para semifinales de Europa League. Sin embargo, habría que trabajar un poco más. exactamente, media hora más.
Pero antes de eso, habría tiempo para el susto para la parroquia valencianista. Mathieu se lesionaba y obligaba a Pizzi a sustituirlo por Ricardo Costa. Cierto es que el Valencia era ya el único equipo sobre el campo ofensivamente hablando, pero no se podía fallar en defensa. No tan cerca de la gloria.
Para erizar aún más los nervios, Alcácer y Vargas estaban a punto, en la misma jugada, de ahorrarse a sí mismos y a sus compañeros media hora más de fútbol. Pero el balón lo escupió la madera de la puerta defendida por Sommer. No había tiempo para nada más de mención. El colegiado húngaro Viktor Kassai pitaba el final del partido y todo iba a decidirse en la prórroga. Pero la atmósfera era ya completamente blanquinegra, y Mestalla no creía en otra cosa que en la clasificación.
Así, la primera parte de la prórroga comenzó con los Vargas, Alcácer y compañía, volcados completamente sobre la portería de Sommer, que comenzó a erigirse en el héroe de su equipo evitando los zarpazos valencianistas. Joao Pereira, en éstas, se convertía en el segundo ‘herido’ de la batalla por parte valencianista y se iba a la ducha, siendo sustituido por el pequeño gran Piatti.
Pero el bagaje suizo era peor: dos de sus jugadores, Díaz y Sauro, veían la tarjeta roja directa el primero y doble amarilla el segundo, todas ellas con toda justicia y el Basel se quedaba con nueve para detener la avalancha valencianista. El cuarto era cuestión de tiempo. Pero aún hubo lugar para el suspense, el tiempo se acababa y el Valencia CF no quería someter a la suerte loca de los penaltis su ser o no ser en Europa League… hasta que, quedando ocho minutos para el final de la prórroga, Alcácer provocaba el delirio en Mestalla marcando el que cerraba su primer hat trick como profesional.
La grada de Mestalla se venía abajo. Miles de senyeras ondeaban en la noche valenciana en una locura solo comparable a otra prórroga, la de la final de Sudáfrica, cuando Iniesta marcó el gol que le daba a España su primera estrella en la camiseta. El torrentino se fundía con el resto del equipo en un abrazo de euforia que nos trasladaba a otros tiempos, a otras gestas.
Pero Mestalla quería más, se merecía más. Y llegaba otro de la casa, Bernat, cuatro minutos después, que llegaba solo al área para marcar el de la ‘manita’, el que terminaba con los pocos sufrimientos que pudiera haber en la parroquia. El pitido final solo marcaba el camino al homenaje que, desde la calle, le brindaba a sus jugadores una afición entregada. Alcácer incluso acudía al famoso balcón de los homenajes semidesnudo. El de Torrent ni siquiera pasó por la dicha antes de irse a festejar con su afición.
Ha vuelto el Valencia CF grande, el de las grandes ocasiones. Y la afición ha demostrado, a pesar de los pesares, que cuando se le necesita está ahí, por muy difícil que se pongan las cosas.
FICHA TÉCNICA
Valencia CF(5): Guaita, Joao Pereira (Piatti, m.109), Javi Fuego, Mathieu (Ricardo Costa, m.82), Bernat, Parejo, Keita, Feghouli, Vargas, Fede Cartabia (Jonas, m.76) y Paco Alcácer.
Basel FC (0): Sommer, Xhaka, Schär, Sauro, Safari (Embolo, m.116), Feri, Elneny, Serey Die, Díaz, David Degen (Aliji, m.61) y Delgado (Sio, m.53).
Goles: 1-0, m.38: Paco Alcácer. 2-0, m.42: Vargas. 3-0,m.70: Paco Alcàcer. 4-0, m.112: Paco Alcácer. 5-0, m.116: Bernat.
Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Sacó tarjeta amarilla a los valencianistas Feghouli, Keita, Vargas, Paco Alcácer y Bernat y por el lado suizo, a Safari, Elneny, Schär, Díaz y Xhaka. Expulsó con roja directa al visitante Diaz (m.101) y por doble amonestación a Sauro (m.104).
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de cuartos de final de la Europa League en el estadio de Mestalla, ante 35.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del jugador Óscar Martínez, de 17 años, que falleció el pasado domino mientras disputaba un partido con el equipo de la escuela del Ontinyent en Villanueva de Castellón.
VLC Noticias | Javier Furió