La herencia de Zygmund Bauman
Autor: Gil-Manuel Hernàndez i Martí.
Título: ‘Ante el derrumbe, la crisis y nosotros’.
Editorial: Mandala Ediciones. 2015. 107 páginas
Género: Ensayo sociológico.
El Péndulo | Jimmy Entraigües.- Como si de una advertencia se tratara, Gil-Manuel Hernàndez arranca la primera oración del prólogo de su libro con un, “Este es un libro de agitación” (y pone en cursiva en agitación). Efectivamente el texto no solo agita, también incomoda, solivianta, incordia…, no rechaza el autor el enfrentamiento con el lector, por el contrario, lo busca desde su inicio. Ataca desde la lectura diciéndole que su socialización ha sido un eficaz moldeado de su psique para convertirlo en un ser obediente, conformista, perezoso.
El derrumbe del que nos habla Gil-Manuel no solo es una descomposición del sistema (ese gran modelo socio/político/económico/cultural posmoderno que a modo de Matrix se crea y se autoreconstruye a escala mundial), es también la forma de aceptar (por nosotros, y de ahí su valor en el título) un estado de ánimo basado en la incertidumbre, en la desorientación perpetua, en una vida rápida ausente de criterios y crítica, en un entorno humano acéfalo y perfecto para que el sistema nos fagocite y nos marque las supuestas señales de salida, nos rescate de cada SOS que padecemos, nos facilite a la receta ante tanto desengaño.
Dividido en cinco capítulos (Tiempos de derrumbe, El caos exterior, La agresión no cesa, Un paisaje desolador y La transformación de la consciencia), Gil-Manuel avanza firme por un valle desolador donde lo conocido (acertado o desfavorable) cae inexorablemente. Donde el paisaje vital es una agresión sistemática contra el sujeto y el derecho a la autorealización. ‘Ante el derrumbe’ nos habla del componente fagocitador del capitalismo en todos sus frentes, su propia incapacidad para resolver sus colapsos o articular (de ahí su travestismo) un nuevo modelo de pensamiento que avalen valores opuestos a su sistema sin perder capacidad de influencia. ¿Contradictorio? No, es la ley del posmodernismo.
Gil-Manuel es un rico y fecundo hijo de la herencia dejada por Zygmund Bauman y su ‘sociedad líquida’. Gil-Manuel, en su duro y doliente y sincero manifiesto, repasa con crudeza el panorama moral del triunfo que reinó (etapa del pensamiento triunfalista de los neocon y los poscon) previo a la crisis y la huella profunda e hiriente que impactó sobre cada uno de nosotros tras esa ausencia de moral. Con voz propia y descarnada, Gil-Manuel no ofrece un prospecto de soluciones ni de recetas curativas pero sí las imágenes que no debemos repetir, que no podemos continuar sosteniendo.
Hay esperanza tras superar los cuatro primeros capítulos, la poderosa fotografía analizada a lo largo del texto conduce a una reflexión alentadora, transformar y liberar la consciencia, aunque duela, aunque nos hiera aunque signifique cambio y dolor, pero será propia, será sanador y revolucionario y casi, como un postulado zen, apelar a un principio fundamental: “transformar es transformarse”.
‘Ante el derrumbre’ es un potente texto condensado, nuclearizador y comprimido de un malestar colectivo y general pero también es un texto necesario, desnudo y generoso que nos invita a reflexionar sobre ‘nosotros’ y la sociedad que construimos.