El Péndulo | Jimmy Entraigües.- El Teatro Flumen trajo a su escenario una nueva mirada sobre la figura de la cantante valenciana Concha Piquer. Si con anterioridad, el director y productor José Sáiz, ya había puesto en pie ‘Los baúles de la Piquer’ con notable éxito (más de 400 representaciones a lo largo de cuatro años), ahora la fórmula, bajo el título de ‘Tatuaje…’, recupera a su protagonista principal no sólo por sus incuestionables éxitos musicales en el mundo de la copla, sino como personaje de un espectáculo que, a modo de biografía musical, repasa la trayectoria vital de la intérprete desde que Manuel Penella, allá por los años 20’, la descubriera hasta su retirada definitiva de los escenarios en 1958.
‘Tatuaje…’, cuya dramaturgia viene firmada por Juli Leal, muestra una historia y argumentación al servicio de la carrera de la cantante aderezada con puntuales hechos que marcaron su carrera artística. Así conoceremos su inicial viaje a Nueva York, su triunfo en Broodway, sus éxitos en México, su retorno a España, sus amoríos y su carácter rebelde e independiente (que lo fue y mucho), el nacimiento de su hija y su conquista del público argentino…, todo ello atrapado en un juego escénico que pasa de un situación a otra aprovechando muy bien los acontecimientos de la época (ya sea a través de la publicidad o de la música imperante), y podamos conocer el amplio mundo que conoció la Piquer.
Merece especial reconocimiento el trabajo de la cantante y actriz Aurora Frías en su interpretación de la diva valenciana. Frías hace suya a Concha Piquer y, sin caer en la copia o en la imitación, le otorga un aire fresco y propio al personaje que nos invita a seguirla y a participar de su agitada vida. También es verdad que Frías ya había interpretado a la Piquer en ‘Los baúles…’ cantando muchos de los clásicos del repertorio de la valenciana pero…, aquí Frías gana al sacar su valor como actriz y capacidades artísticas como cantante, lo que permite que el espectáculo adquiere un plus mayor al de una concatenación de canciones en los momentos puntuales de la vida de la Piquer. Por momentos olvidamos a la Piquer y uno ve a la malagueña Aurora Frías imponerse sobre el escenario.
También merece destacarse el buen trabajo del Ballet Español Embrujo (Mónica Villareal, Lina Martínez y Raquel Carrasco), en sus apariciones. Aportan fluidez a los cambios de escena y ejecutan muy correctamente sus bailes.
María José Martos y Tamara Izquierdo realizan una inestimable labor en sus apariciones y sus intervenciones como cantantes se llevan el generoso aplauso del público de forma merecidísima.
La labor masculina queda confiada a Vicente Antequera, Kike Llorca y José Ricardo Sáiz, un trío que cumple con soltura su trabajo en escena y que resuelven con profesionalidad sus apariciones ante el público. Hay que decir que Ricardo Sáiz interpreta con aplomo a un gigante como Miguel de Molina haciendo un notable dueto con Aurora Frías.
La música en directo, a dos teclados, de la mano de José Madrid Giordano y Vicent Espert, dotan al espectáculo de un estupendo nivel musical haciendo que ‘Tatuaje…’ goce de un sonido y una calidad musical muy acorde para la propuesta escénica.