Repitió Djukic alineación en Granada, buscando continuidad a la esplendorosa victoria contra el Sevilla cosechada en Mestalla el pasado domingo.
Era éste un partido de urgencias para los dos equipos: para los locales porque tras varios varapalos necesitaban el bálsamo de una victoria, y para los valencianistas porque necesitaban confirmar la reacción a pesar del desagradable episodio del francés Rami quien, por cierto, sigue echando más leña al fuego expresando su desacuerdo con la sanción ejemplar que el club ha anunciado va a aplicarle.
Pero en la primera parte, fue el Granada el que llevó más peligro a la portería contraria, conjurado unas veces con un cada vez más acertado Diego Alves y otras por la defensa valencianista. Los de Alcaraz presionaron la zona de creación valencianista atosigando al argentino Banega para limitar su movilidad, y durante gran parte del encuentro le funciono la estrategia.
Pabón y Postiga no conseguían inquietar la meta defendida por Roberto y el Granada tampoco era ajeno a las imprecisiones. Con estos ingredientes, no fue extraño que llegara el descanso con empate a cero.
El segundo tiempo comenzó bien diferente a como había acabado el primer, con el Granada creando peligro sólo a base de coletazos esporádicos y el Valencia dominando y llegando a las cercanías de la portería de Roberto. Sin embargo, Postiga, Pabón y Jonas no consiguieron rematar sus ocasiones.
El cansancio comenzó a hacer mella en los jugadores de Alcaraz y fue entonces cuando los de Djukic comenzaron a pisar el área local con más insistencia. En una de ésas, Guardado puso a prueba los puños de Roberto. Pero el gol no llegaba.
El entrenador valencianista se lo jugó todo en un triple cambio y le salió bien. Canales, Bernat y Feghouli entraban por Postiga -con problemas físicos-, un voluntarioso pero inédito Pabón y Fede Cartabia. El partido entró en una fase de precauciones por parte de ambos equipos y pasaban los minutos sin que ninguno de los dos consiguieran romper la igualada.
Los últimos minutos fueron clave para el Valencia CF, que echó toda la carne en el asador, arrinconando al Granada en su área. Y en el último suspiro, el minuto 93, Jonas aprovechó un pase en profundidad de Banega a Canales consiguiendo el gol de la victoria, celebrado por los valencianistas como si fuera una final de Champions. Segunda victoria consecutiva y, aunque por la mínima y con ciertas dudas, el cambio de actitud sí parece definitiva. Y de paso, la racha positiva de Jonas se alarga convirtiéndose en un auténtico seguro para el equipo en situaciones complicadas.
VLC Noticias / Javier Furió. Fotos: Valencia CF