El último Premio Nacional de Música, en la categoría de interpretación, el catalán Jordi Savall (1941), comunicó al Ministerio de Educación Cultura y Deporte que renuncia al galardón, que está dotado con 30.000 euros.
Savall agrdeció el premio pero lo ha rechazado para no traicionar sus principios y sus convicciones más íntimas, puesto que la distinción procede de la principal institución del Estado responsable del “dramático desinterés y de la grave incompetencia en la defensa y la promoción del arte y de sus creadores”.
También consideró “insuficientes” los esfuerzos y las inversiones que el Gobierno destina al mundo de las artes y la cultura en general y, en participar, por mantener en el olvido una parte esencial de la cultura: el patrimonio musical hispánico milenario.
Savall había sido premiado por ser “un referente de varias generaciones de músicos” y por su reivindicación constante “en el hermanamiento entre las civilizaciones de Oriente y Occidente”. Savall es uno de los mejores intérpretes de la viola de gamba del mundo, un instrumento medieval que rescató del olvido, además de investigador e intérprete de la música europea de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Una vida construida en la música
Jordi Savall fue catedrático de Música Antigua de la Schola Cantorum de Basiliensis y fundador y director de los grupos musicales españoles ‘Capella Reial de Catalunya’ y ‘Hesperion XXI’ y del francés ‘Concert des Nations’.
En 1987 fundó en Barcelona la ‘Capella Reial de Catalunya’, primera agrupación musical dedicada a la divulgación de música vocal española anterior a 1800. Con motivo de la conmemoración del descubrimiento de América en 1992 grabó seis discos dedicados al Siglo de Oro en colaboración con la Sociedad Estatal Quinto Centenario.
Las investigaciones dirigidas por el músico le llevaron a recuperar obras maestras del barroco y a actualizar varias obras clásicas entre ellas la de Brade y Eustache du Carroy o el ‘Libro Rojo de Monserrat’. También ha participado desde 1970 en la grabación de más de 70 discos de música antigua inglesa, francesa, alemana, italiana y española, y de las obras más importantes del repertorio de viola, como las de Diego Ortiz, William Corkine, Marin Marais o Francois Couperin.
Por la dirección musical de Todas las mañanas del mundo (1991), el artista recibió el Premio Cesar del cine francés a la mejor composición musical en 1992. Además ha seleccionado la música de la película de Ridley Scott ‘Cristobal Colón’ (1992), entre otras.
El ministerio “respeta” la decisión
En un comunicado emitido este jueves, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte manifiesta “su respeto a la decisión comunicada hoy por el Sr. Savall de renunciar al Premio Nacional de Música, en la categoría de interpretación, correspondiente a 2014 que fue fallado ayer”.
Desde la institución se remarcarcó que el fallo ha sido decidido por “los miembros de un jurado independiente integrado por expertos del sector de la música en España, creadores premiados en pasadas ediciones, representantes del tejido asociativo de la música en nuestro país, así como representantes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte”.
En los noventa, Savall rechazó dirigir varias orquestas modernas y en 1997 fue uno de los 350 intelectuales que firmaron el documento de la asociación “Per a les noves Bases de Manresa” en favor del catalán como idioma único, entregado en el Parlamento catalán.
Entre sus méritos honoríficos figuran la Medalla de Oro de las Bellas Artes 1998, el reconocimiento como Oficial de las Artes y las Letras francesas, la Cruz de Sant Jordi de Cataluña y la distinción como caballero de la Legión de Honor de la República Francesa.
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