La Albufera, gravemente afectada por la DANA, enfrenta acumulación de residuos, daños en sistemas de riego y riesgos para el cultivo de arroz en las zonas limítrofes.
El Parc Natural de l’Albufera, joya natural de la Comunidad Valenciana, atraviesa uno de sus momentos más críticos tras las inundaciones del pasado 29 de octubre. Según Juan Valero, fundador de Arroz Tartana, los efectos de la DANA han dejado los arrozales del parque en una situación alarmante. “Nos encontramos con toneladas de residuos arrastrados por el agua: coches, plásticos, electrodomésticos… Todo ha ido a parar a los campos de arroz y los sistemas de riego”, explica con preocupación.
Un ecosistema desbordado por la contaminación
Los municipios cercanos a la Albufera, como Alfafar, Massanassa y Catarroja, canalizaron el exceso de agua hacia el parque natural. Este flujo, cargado de desechos urbanos, ha contaminado tanto los arrozales como las acequias. “El problema no es solo limpiar los campos; las canalizaciones que permiten el riego también están gravemente dañadas. Todo el sistema necesita ser reconstruido”, señala Valero.
El estado actual pone en peligro la próxima campaña de arroz, cuya siembra está programada para mayo de 2025. Según Valero, los productores necesitan ayuda inmediata: “Sin inversiones rápidas y significativas, será imposible recuperar el sistema y sembrar a tiempo”.
Impactos principales de la DANA en la Albufera
Problema identificado | Detalles |
---|---|
Residuos urbanos en los arrozales | Toneladas de plásticos, coches y electrodomésticos acumulados |
Deterioro de las acequias y sistemas de riego | Más del 70% de las canalizaciones dañadas |
Plazo para la recuperación | Antes de mayo de 2025 para garantizar la siembra |
Un sector agrícola en peligro
El cultivo del arroz, que forma parte de la tradición cultural y económica de la Albufera, enfrenta un nuevo desafío. “El sector arrocero ha tenido que lidiar con problemas como la competencia internacional, el cambio climático y ahora esto. La situación actual es especialmente grave en los municipios limítrofes, donde la inundación ha causado estragos”, asegura Valero.
La recuperación no solo implica limpiar los arrozales, sino también restaurar las acequias, los pequeños canales de riego (“sequiols”) y todo el sistema hidráulico. “Esto requiere tiempo, recursos y una inversión económica que los agricultores no podemos asumir solos”, explica.
¿Qué se necesita para salvar la próxima campaña?
Valero hace un llamamiento a las administraciones públicas para que actúen con urgencia. Entre las medidas prioritarias, señala:
- Limpieza inmediata de los arrozales y sistemas de riego.
- Reconstrucción de infraestructuras hidráulicas afectadas.
- Subvenciones específicas para los agricultores de la zona.
“Estamos hablando de un ecosistema único y de un sector agrícola esencial. Necesitamos un compromiso firme y rápido para salvar la Albufera y garantizar que podamos sembrar en 2025”, concluye.
La crisis que enfrenta la Albufera pone de manifiesto la fragilidad de este ecosistema frente a fenómenos climáticos extremos. Mientras los agricultores luchan por mantener una tradición centenaria, surge la pregunta: ¿se está haciendo lo suficiente para proteger este entorno natural y las actividades que dependen de él? ¿Qué medidas adicionales deberían tomarse para garantizar la sostenibilidad del sector arrocero?