A las pocas horas de la rueda de prensa ofrecida por el presidente Obama, en la que afirmaba que nadie va a poder esconderse de quien osa amenazar la integridad de los Estados Unidos, su secretario de Estado John Kerry realizaba unas declaraciones en relación con tal discurso en las que describía la estrategia de Estados Unidos contra el EI.
“Esta noche el Presidente habló directamente a nuestro país sobre lo que demandará liderar al mundo para degradar y finalmente destruir al Estado Islámico, y ya estamos encaminados en el esfuerzo de ensamblar la coalición que se encargará de hacer el trabajo. Estamos uniendo al mundo en contra de una amenaza unificada y la estrategia del presidente tendrá éxito porque realizarla junto a aliados y asociados no es solo lo inteligente, es fuerte”, aclaró Kerry.
“Para trabajar en la forja de una coalición común contra una amenaza común -haciendo referencia al intento que está llevando a cabo Obama de organizar una alianza contra los radicales islámicos- el Presidente me envió a Bagdad el miércoles para que me reuniera con su nuevo gobierno, que constituye el corazón y la espina dorsal de nuestros esfuerzos contra el EI. En los próximos días viajaré por Oriente Medio y Europa para continuar los esfuerzos diplomáticos para enfrentar a una amenaza unificadora con una respuesta unificada”.
“Lo hacemos sabiendo tanto que el liderazgo estadounidense es indispensable como que no podremos destruir a ese grupo únicamente nosotros. Derrotar a este enemigo común exige una causa común y estamos afrontándolo para juntos tener éxito”.
Para entender en toda su extensión las palabras de Kerry, es preciso remontarse al discurso pronunciado por el presidente Obama, que reproducimos literalmente traducido al español:
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE ISIL
Salón de Estado
9.01 de la noche (hora del este)EL PRESIDENTE: Conciudadanos estadounidenses, esta noche quiero hablarles acerca de lo que Estados Unidos va a hacer junto con nuestros amigos y aliados para degradar y, en última instancia, destruir al grupo terrorista conocido como ISIL.
Como comandante en jefe, mi principal prioridad es la seguridad del pueblo estadounidense. En los últimos años, hemos luchado consistentemente contra terroristas que amenazan nuestro país. Eliminamos a Osama bin Laden y a gran parte de la dirigencia de al Qaeda en Afganistán y Pakistán. Nos hemos concentrado los afiliados de al Qaeda en Yemen y, recientemente, hemos eliminado al comandante superior de su filial en Somalia. Y lo hemos hecho mientras traíamos de regreso a más de 140.000 tropas estadounidenses desde Iraq y reducíamos nuestras fuerzas en Afganistán, donde nuestra misión de combate terminará a finales de este año. Gracias a nuestros profesionales militares y de antiterrorismo, Estados Unidos está más seguro.
Aun así, continuamos enfrentando una amenaza terrorista. No podemos borrar todo rastro de maldad del mundo, y pequeños grupos de asesinos tienen la capacidad de hacer mucho daño. Este era el caso antes del 11 de septiembre, y sigue siendo así en la actualidad. Es por ello que debemos permanecer vigilantes ante amenazas emergentes. En este momento, las mayores amenazas provienen de Oriente Medio y del norte de África, donde grupos radicales explotan las quejas en beneficio propio. Y uno de esos grupos es ISIL, que se autodenomina “Estado islámico”.
Ahora bien, aclararemos dos cosas: ISIL no es “islámico”. Ninguna religión condona la matanza de inocentes, y la gran mayoría de las víctimas del ISIL han sido musulmanes. ISIL ciertamente no es un estado. Antes era un afiliado de al Qaeda en Iraq, y se ha aprovechado de la violencia sectaria y de la guerra civil de Siria para ganar terreno a ambos lados de la frontera entre Iraq y Siria. No es reconocido por ningún gobierno ni por ninguno de los pueblos que subyuga. ISIL es una organización terrorista, simple y llanamente. Y no tiene otra visión que masacrar a todos los que se interpongan en su camino.
En una región que ha conocido tanto derramamiento de sangre, estos terroristas son únicos en su brutalidad. Ejecutan prisioneros capturados. Matan a niños. Esclavizan, violan y fuerzan a las mujeres a contraer matrimonio. Han amenazado a una minoría religiosa con el genocidio. En actos de barbarie, se cobraron la vida de dos periodistas estadounidenses: Jim Foley y Steven Sotloff.
Por tanto ISIL representa una amenaza para el pueblo de Iraq y Siria y para Oriente Medio en general, incluyendo ciudadanos, personal e instalaciones estadounidenses. Si no se controlan, estos terroristas podrían plantear una amenaza cada vez mayor más allá de esa región, incluyendo Estados Unidos. Si bien todavía no hemos detectado una amenaza específica en contra de nuestro país, los líderes de ISIL han amenazado a Estados Unidos y a nuestros aliados. Nuestra comunidad de inteligencia cree que miles de extranjeros, incluyendo europeos y algunos estadounidenses, se les han unido en Siria e Iraq. Entrenados y aguerridos, estos combatientes podrían intentar regresar a sus países de origen y llevar a cabo ataques mortíferos.
Sé que muchos estadounidenses están preocupados por estas amenazas. Esta noche, quiero que sepan que Estados Unidos de América los enfrenta con fuerza y determinación. El mes pasado, solicité a nuestros militares que tomaran medidas concretas contra ISIL para detener sus avances. Desde entonces, hemos llevado a cabo más de 150 ataques aéreos exitosos en Iraq. Estos ataques han protegido personal e instalaciones estadounidenses, mataron a combatientes de ISIL, destruyeron armas y proporcionaron espacio para que las fuerzas iraquíes y kurdas reclamaran territorios clave. Estos ataques han ayudado a salvar las vidas de miles de hombres inocentes, mujeres y niños.
Sin embargo esta no es nuestra única lucha. El poder estadounidense puede marcar una diferencia decisiva, pero no podemos hacer por los iraquíes lo que ellos deben hacer por sí mismos, ni podemos tomar el lugar de los socios árabes en la seguridad de su región. Por ello he insistido en que medidas adicionales por parte de Estados Unidos dependerán de que los iraquíes formen un gobierno inclusivo, lo que han hecho en los últimos días. Así que esta noche, con un nuevo gobierno iraquí en su lugar, y tras consultar con los aliados en el extranjero y el Congreso en nuestro país, puedo anunciar que Estados Unidos encabezará una coalición amplia para hacer retroceder esta amenaza terrorista.
Nuestro objetivo está claro: vamos a degradar, y en última instancia, destruir a ISIL por medio de una estrategia integral y sostenida contra el terrorismo.
En primer lugar, realizaremos una campaña sistemática de ataques aéreos contra estos terroristas. Trabajaremos con el gobierno iraquí, ampliaremos nuestros esfuerzos más allá de la protección de nuestro pueblo y de las misiones humanitarias. Además he dejado claro que vamos a capturar a los terroristas que amenazan nuestro país, donde quiera que estén. Eso significa que no voy a dudar en tomar medidas contra ISIL en Siria, así como en Iraq. Este es un principio fundamental de mi presidencia: Quien amenace a Estados Unidos no encontrará ningún refugio seguro.
En segundo lugar, aumentaremos nuestro apoyo a las fuerzas que luchan contra estos terroristas en el terreno. En junio, desplegué varios cientos de militares estadounidenses en Iraq para evaluar la mejor manera de apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes. Ahora que esos equipos han completado su trabajo e Iraq ha formado un gobierno, enviaremos a otros 475 efectivos a Iraq. Como he dicho antes, estas fuerzas estadounidenses no tendrán una misión de combate, no vamos a ser arrastrados a otra guerra en tierra en Iraq. Pero son necesarios para apoyar a las fuerzas iraquíes y kurdas con entrenamiento, inteligencia y equipos. También acompañaremos los esfuerzos de Iraq para poner en funcionamiento unidades de la Guardia Nacional para ayudar a las comunidades sunitas a asegurar su propia libertad y evitar el control de ISIL.
Al otro lado de la frontera, en Siria, hemos incrementado nuestra ayuda militar a la oposición siria. Esta noche, volví a solicitar al Congreso que nos otorgue autoridad y recursos adicionales para capacitar y equipar a estos combatientes. En la lucha contra ISIL, no podemos confiar en el régimen de Assad que aterroriza a su propio pueblo; un régimen que nunca va a recuperar la legitimidad que perdió. En su lugar, debemos fortalecer la oposición como el mejor contrapeso a extremistas como ISIL, al tiempo que se intenta llevar adelante la solución política necesaria para resolver la crisis de Siria de una vez por todas.
En tercer lugar, vamos a seguir aprovechando nuestras importantes capacidades de antiterrorismo para prevenir ataques de ISIL. Al trabajar con nuestros socios, vamos a reduplicar nuestros esfuerzos para cortar su financiación; mejorar nuestra inteligencia; fortalecer nuestras defensas; contrarrestar su ideología retorcida y detener el flujo de combatientes extranjeros dentro y fuera de Oriente Medio. Y en dos semanas, presidiré una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para movilizar incluso más a la comunidad internacional en torno a este esfuerzo.
En cuarto lugar, continuaremos prestando asistencia humanitaria a los civiles inocentes que han sido desplazados por esta organización terrorista. Esto incluye a musulmanes sunitas y chiitas que están en grave riesgo, así como decenas de miles de cristianos y otras minorías religiosas. No podemos permitir que estas comunidades sean expulsadas de sus tierras ancestrales.
Ésta es nuestra estrategia. Y en cada uno de estos cuatro aspectos de nuestra estrategia, Estados Unidos estará acompañado por una amplia coalición de socios. Ya aliados están volando aviones con nosotros sobre Iraq; enviando armas y asistencia a las fuerzas de seguridad iraquíes y la oposición siria; compartiendo información de inteligencia y proporcionando miles de millones de dólares en ayuda humanitaria. El secretario de Estado, John Kerry, estaba hoy en Iraq para sostener una reunión con el nuevo gobierno y apoyar sus esfuerzos para promover la unidad, y en los próximos días viajará a través de Oriente Medio y Europa para alistar más socios en esta lucha, especialmente naciones árabes que pueden ayudar a movilizar a comunidades sunitas en Iraq y Siria para expulsar a estos terroristas de sus tierras. Esto es liderazgo estadounidense en pleno: defendemos a los que luchan por su propia libertad; y movilizamos a otros países en defensa de nuestra seguridad y humanidad comunes.
Mi administración también ha conseguido el apoyo bipartidista a este enfoque aquí en el país. Tengo la autoridad para hacer frente a la amenaza de ISIL, pero considero que somos más fuertes como nación cuando el Presidente y el Congreso trabajamos juntos. Así que celebro el apoyo del Congreso para este esfuerzo con el fin de mostrar al mundo que los estadounidenses se unen para enfrentar este peligro.
Ahora bien, se necesitará tiempo para erradicar un cáncer como ISIL. Y emprender acción militar implica riesgos, en especial para los hombres y mujeres militares que llevan a cabo estas misiones. Pero quiero que el pueblo estadounidense comprenda en qué manera este esfuerzo será diferente de las guerras en Iraq y Afganistán. No va a implicar tropas de combate estadounidenses luchando en suelo extranjero. Esta campaña de lucha contra el terrorismo se libra a través de un esfuerzo constante e implacable para sacar a ISIL de dondequiera que exista, utilizando nuestro poder aéreo y nuestro apoyo a las fuerzas asociadas en el terreno. Esta estrategia de eliminar a los terroristas que nos amenazan mientras apoyamos a nuestros socios en las líneas del frente es la que hemos seguido con éxito en Yemen y Somalia desde hace años. Y es coherente con el enfoque que describí a principios de este año: emplear la fuerza contra cualquiera que amenace los intereses fundamentales de los Estados Unidos, movilizar a los socios siempre que sea posible para hacer frente a los desafíos más amplios al orden internacional.
Conciudadanos estadounidenses, vivimos en una época de grandes cambios. Mañana se cumplen trece años desde que nuestro país fuera atacado. La próxima semana marca seis años desde que nuestra economía sufriera su peor revés desde la Gran Depresión. Sin embargo, a pesar de estos golpes; a pesar del dolor que hemos sentido y el trabajo agotador necesario para recuperarnos, Estados Unidos está mejor posicionados hoy de cara al futuro que cualquier otro país en la Tierra.
Nuestras empresas de tecnología y universidades son incomparables; nuestras industrias manufactureras y automotrices están prosperando. La independencia energética está más cerca de lo que haya estado en décadas. Para todo el trabajo que queda por hacer, nuestras empresas están en el tramo ininterrumpido más largo de creación de empleo en nuestra historia. A pesar de todas las divisiones y discordia dentro de nuestra democracia, veo el coraje y la determinación y la bondad comunes del pueblo estadounidense cada día, y eso me hace sentir más seguro que nunca respecto al futuro de nuestro país.
En el extranjero, el liderazgo estadounidense es la única constante en un mundo incierto. Son los Estados Unidos los que tienen la capacidad y la voluntad de movilizar al mundo contra los terroristas. Son los Estados Unidos los que han reunido al mundo contra la agresión rusa y en apoyo del derecho del pueblo ucraniano a determinar su propio destino. Son los Estados Unidos, nuestros científicos, nuestros médicos, nuestros conocimientos, los que pueden ayudar a contener y curar el brote del ébola. Son los Estados Unidos los que ayudaron a extraer y destruir las armas químicas declaradas de Siria para que no puedan constituir de nuevo una amenaza para el pueblo sirio o para el mundo. Y son los Estados Unidos los que están ayudando a comunidades musulmanas de todo el mundo y no sólo en la lucha contra el terrorismo, sino en la lucha por la oportunidad, la tolerancia y un futuro más esperanzador.
Estados Unidos, nuestras bendiciones incontables, nos otorgan una carga perpetua. Pero como estadounidenses, recibimos de buen grado la responsabilidad de liderar. De Europa a Asia, desde los confines de África a capitales devastadas por la guerra en Oriente Medio, defendemos la libertad, la justicia, la dignidad. Estos son los valores que han guiado a nuestro país desde su fundación. Esta noche, les pido su apoyo para llevar adelante ese liderazgo. Lo hago como Comandante en Jefe, que no podría estar más orgulloso de nuestros hombres y mujeres que visten el uniforme, pilotos que valientemente vuelan frente al peligro sobre Oriente Medio, y miembros del servicio [militar] que apoyan a nuestros socios en el terreno.
Cuando ayudamos a prevenir la masacre de civiles atrapados en una montaña lejana, esto es lo que dijo uno de ellos: “Le debemos nuestras vidas a nuestros amigos estadounidenses. Nuestros hijos siempre recordarán que hubo alguien que sintió nuestra lucha e hizo un largo viaje para proteger a personas inocentes”.
Ésa es la diferencia que marcamos en el mundo. Y nuestra propia seguridad -nuestra propia seguridad- depende de nuestra voluntad de hacer lo necesario para defender a esta nación y sostener los valores que defendemos, ideales atemporales que perdurarán mucho después de que los que solamente ofrecen odio y destrucción se hayan desvanecido de la Tierra.
Que Dios bendiga a nuestras tropas, y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.
VLC Noticias | Redacción / Embajada Estados Unidos