Cerca de 30.000 personas pasaron durante todo el día de ayer ante la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados en el besamanos a la patrona y superaron la máxima cifra conseguida el año pasado, cuando acudieron 27.000 personas, según ha indicado hoy a la agencia AVAN Juan Arturo Devís, presidente de la Hermandad de Seguidores de la Virgen que coordinó la iniciativa.
Las puertas de la Basílica se cerraron a la 1.15 de esta madrugada, al paso del último de los devotos, “una hora y media después de lo que venía siendo habitual dado que la plaza de la Virgen estuvo llena de fieles que querían participar durante toda la noche”.
Fuentes de la Basílica de la Virgen han confirmado a AVAN que para el Besamanos de 2013 “vamos a estudiar adelantar en una hora la apertura de las puertas el día del Besamanos para que, en lugar de a las 7 sea a las 6 de la madrugada, porque este año había cientos de personas aguardando desde tres horas antes de la apertura”.
Lo que muchos devotos se quedaron es de la falta de toldo pero tampoco nadie de la iglesia tomó iniciativa alguna para paliar las elevadas temperaturas. Seguidores y Maides vendieron gorras y abanicos para mitigarlo.
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro que se acercó a la Basílica por la noche, minutos después de las 21 horas acompañado por el vicario general del Arzobispado, Vicente Fontestad.
Los turnos de visitas se efectuaron con “mucho orden y respeto”, con la mediación y atención de unos 40 miembros de la Hermandad de Seguidores de la Virgen y de Corte de Honor de la patrona. Igualmente, la organización repartió 20.000 estampas de una fotografía de la imagen peregrina de la Virgen sin manto ni corona y vendió la gorras y abanicos que ofrecieron en la tienda instalada en la misma plaza.
Los donativos recogidos ayer entre los participantes en el Besamanos serán destinados a los pisos de la Fundación “Mare de Déu dels Innocents i Desamparats” (MAIDES), que acogen a personas con enfermedad mental.
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VLC Ciudad/Redacción