El recorrido se iniciará a las 18 horas en la Lonja y concluirá en Marqués de Sotelo La cabalgata del Patrimonio integra este año al tio de la Porra, los Fatxos, Campaneros, el Merengue y los Negrets i dansadors
El domingo se celebrará la tercera edición de la Cabalgata del Patrimonio en València, una cita festiva que después de la declaración de las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2016 refuerza los vínculos de la ciudad con otras manifestaciones festivas y rituales del mundo que también tienen esa consideración.
El recorrido empezará a las 18 horas del domingo en la Lonja, seguirá por la calle Maria Cristina y la plaza de l’Ajuntament y concluirá en la avenida del Marqués de Sotelo. Un año más se reunirán varios bienes festivos en una apuesta por visibilizar la diversidad y la riqueza de la cultura festiva. “La celebración de las Fallas es una oportunidad para difundir otras expresiones de la cultura festiva valenciana que tienen un innegable valor patrimonial, pero también de manifestaciones de otras culturas, para promover la convivencia intercultural y la divulgación de los rituales festivos de todo el mundo”, ha explicado el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset.
La comitiva la encabezará la Colla de Tabal i Dolçaina de la Junta Central Fallera (JCF) y a continuación desfilarán gegants y cabuts de la ciudad. En los últimos años la Concejalía de Cultura Festiva ha recuperado la antigua pareja de gegants que representan a Jaume I y Violant d’Hongria, a quienes se ha añadido hace dos años la comparsa de los cabuts de la ciudad, hechos por José Luis Ceballos y Paco Sanabria. Estos cabuts representan diferentes personajes históricos valencianos.
Seguidamente será el turno para la Asociación de Campaneros de l’Alqueria de la Comtessa, con el campanomóvil, una estructura metálica que simula un campanario con cinco campanas de diferente tamaño, peso y sonoridad. Completan la estructura dos ruedas de gloria, con campanas más pequeñas, una de las cuales está decorada con una cruz de los templarios, en recuerdo de la orden que tuteló la adolescencia del rey Jaume I.
Después se podrá disfrutar con los negrets y los dansadors de l’Alcúdia, dos danzas rituales que forman parte del cortejo procesional en honor de la Virgen del Oreto y que están ya documentadas desde mediados del siglo XVIII. La danza de los negrets es una de las moixigangues más arcaicas conservadas en la Ribera del Júcar. Por su parte, los dansadors, guardianes de la Virgen María, son la danza masculina más emblemática de l’Alcúdia.
A continuación será el turno para el mítico Tio de la Porra de Gandia, un personaje que forma parte de la cultura tradicional de la capital de la Safor. Este personaje, declarado bien de relevancia local, tiene un origen incierto que se remonta, como mínimo, a finales del siglo XIX. El Tio de la Porra dirige una banda de tambores, que es la encargada de anunciar el inicio de las fiestas patronales de Gandia, con la peculiaridad de que saca los niños y las niñas de las escuelas y los invita a la Feria de Gandia.
Seguidamente la República Dominicana presentará una muestra del ritmo más popular de su folclore, el merengue. Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 30 de noviembre de 2016, el merengue representa la esencia festiva de este país caribeño.
Finalmente, será el turno de los fatxos de Onil. Cada 24 de diciembre se ruedan estos ramos de esparto con un movimiento circular y encendidos para dar calor de una manera simbólica al Niño Jesús de Navidad. El esparto seco forma el cuerpo del fatxo y el esparto verde sirve para hacer los vínculos y finalizarlo con una trenza. Este servirá para poder cogerlo, encenderlo por la otra parte seca y empezar a hacer círculos hasta que se consuma.