El 33% de los suelos del planeta están degradados y un tercio del territorio de la Comunitat Valenciana se encuentra en riesgo de desertificación. El área de Medio ambiente de la Diputació de València se suma a la celebración del Día Mundial del Suelo y reitera su compromiso con la conservación de la tierra a través de proyectos como los bancos de tierras municipales que se desarrollan en 26 municipios de las comarcas de València.
El objetivo de esta efeméride que se celebra cada 7 de julio es divulgar la importancia de la calidad de los suelos para garantizar la disponibilidad de alimento y mantener la salud de los ecosistemas naturales. Una de las claves para conservar la calidad de estos espacios es cuidarlos y mantenerlos habitados, evitando el abandono de tierras y, con esto, su erosión. Además de contribuir a la pérdida de la superficie agrícola útil, el abandono de tierras genera un impacto negativo en el medio ambiente al incrementar el riesgo de incendios, facilitar la proliferación de plagas y generar un mayor riesgo de degradación paisajística.
El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre en la que viven las plantas y otros organismos. El conjunto de materias orgánicas e inorgánicas que lo componen permite la retención de agua y compuestos químicos que sirven de nutrientes para la vida vegetal. El suelo un recurso natural finito y que no es renovable en una escala de tiempo humana por lo que mantener su calidad es crucial para la producción de alimentos y para la supervivencia de los ecosistemas.
Además de su capacidad de retener agua y ser soporte vital para la vegetación, la función del suelo como agente descontaminador y fijador de carbono es excepcional. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el suelo retiene el triple de carbono que la atmósfera y puede ayudarnos a luchar contra el cambio climático.
La FAO estima que el 95% de los alimentos provienen del suelo. Unos 815 millones de personas en el mundo sufren inseguridad alimentaria, es decir, no tienen garantizada la disponibilidad de alimentos. Aproximadamente 2000 millones de personas no disponen de alimentos suficientemente nutritivos por disponer de suelos pobres en nutrientes. Esta situación se podría mitigar mediante la gestión adecuada de los suelos.
La Diputació de València con la protección del suelo
La institución provincial ha impulsado en los últimos años la creación de distintos bancos de tierras en los municipios valencianos como recurso contra el abandono de tierras. Con esta medida, la Diputació ha facilitado el uso de tierras en abandono en 26 municipios de la provincia de València.
El banco de tierras constituye un registro administrativo municipal de carácter público que facilita el contacto entre los propietarios de las parcelas aptas para la explotación agrícola y las personas interesadas en cultivarlas. Estén en abandono o en producción, aquellos terrenos aportados al banco de tierras se ofrecen en cesión o arrendamiento a las personas interesadas, que se ponen en contacto con los propietarios para llegar a un acuerdo.
El banco de tierras municipal se crea como un recurso para los propietarios de parcelas con capacidad agrícola, una alternativa laboral para quienes pueden cultivarlas y un recurso contra el abandono de estos terrenos. Con el uso de este banco se genera un impacto positivo en el ámbito medioambiental, económico y social.
Además, en sus competencias de control de riesgos geológicos, la Diputación de València lleva a cabo tareas para retener la erosión del terreno, ampliar la seguridad ciudadana ante este tipo de riesgos y crear elementos paisajísticos por medio de la regeneración de las zonas erosionadas.