El pasado fin de semana murió uno de los escasos ejemplares vivos de una especie de rinoceronte que está al borde de la extinción.
Angalifu, un rinoceronte blanco del norte de 44 años de edad que se encontraba en cautiverio en el San Diego Zoo Safari Park, falleció el domingo de muerte natural. El animal, que llevaba 14 años en Estados Unidos, era uno de los únicos 6 ejemplares de su especie que seguían con vida. La muerte de este ejemplar, un varón, deja a su especie en una situación muy delicada.
Con el fallecimiento de Angalifu, quedan tan solo cinco ejemplares de su especie en todo el mundo; Nola, una hembra, en el Safari Park de San Diego, otro macho en un zoológico de la República Checa y tres más (un macho y dos hembras) en una reserva en Kenia. Hasta hace muy poco, había cuatro rinocerontes en esa reserva, pero en noviembre pasado murió uno de ellos, llamado Suni, de 34 años de edad.
“La muerte de Angalifu es una tremenda pérdida para todos nosotros. No sólo porque era muy querido en el parque, sino porque también su muerte lleva a esta maravillosa especie a un paso más cerca de la extinción”, declaró el director del zoológico Randy Rieches.
El tráfico ilícito de marfil y lo preciado del cuerno de los rinocerontes es una importante preocupación que ha puesto en peligro a diferentes tipos de este animal. Los intentos por lograr que los rinocerontes blancos del norte se reproduzcan de forma natural han sido infructuosos, pero se espera que tratamientos de fertilización artificial puedan ser más exitosos.
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