Australia, un país ubicado en las antípodas de Europa, ha participado en Eurovisión desde 2015, lo que puede resultar sorprendente para muchos espectadores. Sin embargo, Australia no es el único país no europeo que ha formado parte de este prestigioso concurso de música. Israel, Azerbaiyán, Chipre, Rusia, Turquía y Marruecos también han participado en el certamen a lo largo de los años.
La razón por la cual Australia ha sido invitada a participar en Eurovisión se encuentra en la normativa establecida por la Unión Europea de Radiofusión (UER), la organización que gestiona el concurso. Según las reglas de la UER, los países que pueden participar en Eurovisión son aquellos que se encuentran dentro del Área de Radiofusión Europea, que incluye a los países europeos y a aquellos que bordean el Mediterráneo, como Irak, Jordania, Turquía y Ucrania.
Sin embargo, la UER también tiene el derecho de invitar a países específicos a participar en Eurovisión. Australia contaba con una gran comunidad de seguidores del concurso, conocidos como eurofans, antes de su inclusión oficial en el certamen. Debido a esta fuerte base de seguidores y a la destacada industria musical del país, con artistas como Kylie Minogue, AC/DC, Sia e Iggy Azalea, la UER decidió invitar a Australia a participar en 2015. Desde entonces, el país ha sido parte integral del elenco de participantes.
La participación de Australia en Eurovisión ha sido notable, destacando su segundo puesto en 2016, cuando estuvieron cerca de llevarse el premio. Aunque la UER tiene la facultad de invitar a otros países a participar, también puede sancionar y prohibir su participación, como sucedió con Rusia debido a su conflicto con Ucrania.
Si bien actualmente la lista de países participantes en Eurovisión está abierta a nuevos casos, es posible que en el futuro veamos más países no europeos compitiendo en el certamen. Esto podría generar nuevas preguntas sobre la inclusión de países como Australia y, quizás, presenciar la victoria de uno de ellos en algún momento.
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.