Los fondos del Museo de Historia de la Ciudad de Valencia se han enriquecido un poco más. O al menos esto será posible en el apartado dedicado a la II República ya que su espacio podrá contener documentos de quien fuera alcalde de Valencia durante los años 1931 y 1931, Vicente Alfaro.
Su sobrina ha donado a uno de los equipamientos históricos de mayor valor de la ciudad diversa documentación del alcalde, como cartas que envío a mandatarios republicanos, y otros. Además, también ha entregado al museo una máquina de escribir Hispano Olivetti de princpios del siglo XX con la que Alfaro escribió distinta documentación.
La familiar del alcalde y dirigente histórica del movimiento vecinal de Valencia, Sol Romeu, ha afirmado que ¨esa documentación se encuentra mejor para su conocimiento y difusión en uno de los museos de la historia de la ciudad que muchos deberían conocer. Es todo un viaje a lo largo del tiempo que muchos desconocen. Esa documentación estará bien en manos del museo del ayuntamiento para conocer lo que escribió quien fuera alcalde de la ciudad¨, comentó
El valor de los documentos y de la máquina de escribir a efectos de inventario patrimonio es de 500 y 100 euros, respectivamente. La donación se ha hecho con carácter gratuito y, por tanto, sin contraprestación económica.
Vicente Alfaro Moreno nació en Valencia en 1902 y murió en la ciudad suiza de Lausana en 1974. Alfaro fue un político republicano español, alcalde interino de en los primeros años de la II República.
Militante del Partido de Unión Republicana Autonomista (PURA), fue elegido concejal en las elecciones municipales de abril de 1931, tras las que se proclamó la República. En octubre de 1931 fue elegido alcalde interino, pero su mandato se prolongó hasta junio de 1932.
Alfaro durante su mandato impulsó la reforma urbana: acabó la plaza de Castelar, adquirió el palacio del Marqués de Dos Aguas y los Jardines de Monforte y presidió el traslado de los restos mortales del escritor Vicente Blasco Ibáñez, a quien hizo erigir un monumento fúnebre.
Sin embargo recibió numerosas críticas cuando intentó instalar un vertedero de basura en Benimaclet y acusado de inoperancia cuando se quemó parte del edificio de la Universidad de Valencia y en junio de 1932 dimitió.
Cuando estalló la Guerra Civil se puso de parte de la legalidad republicana y en 1937 fue elegido secretario general de Esquerra Valenciana. Al acabar al guerra fue detenido y condenado a muerte, pero la pena capital le fue finalmente conmutada, y cuando fue liberado, se exilió a Suiza , de dónde ya no volvió.
VLCCiudad/Redacción