El Levante es de Primera División

Valencia/.- El Levante competirá la próxima temporada en el marco de LaLiga Santander. La victoria del F.C. Barcelona en tierras gallega posibilita que la ciencia de las matemáticas cuadre. Y de forma concluyente. La institución granota distancia definitivamente el descenso. Después de observar de cerca el abismo supo recomponer su alma. Su condición de escuadra adscrita a la máxima categoría es una realidad absoluta. El 29 de abril no es un día más en el santoral azulgrana. Hace solamente un año fue Sergio Postigo quien adquirió relevancia con un cabezazo ganador que certificó un ascenso exprés en el tiempo y cósmico en su materialización.

El central se adentró en el área rival en una aventura que acabó en un idilio tras caraz un balón que lanzó Campaña desde el córner. El dominio blaugrana en la competición liguera se recordará por su pujanza y su extrema energía. A falta de dieciocho puntos el colectivo de Orriols permutó su estatus. El 29 de abril forma parte del catálogo de los insospechados guiños que, en ocasiones, provoca la historia. El levantinismo estuvo pendiente de lo que sucedió en el feudo de Riazor. Visto desde una cierta perspectiva, parecía un mero formulismo. La supervivencia en la elite se cimentó con anterioridad. Quizás la victoria ante el Sevilla (2-1) conllevará el germen de la Primera División. O quizás haya que regresar a Bilbao en el arranque de la semana que ya languidece para rastrear un triunfo resplandenciente con Enis Bardhi y Morales como protagonistas estelares en la noche estrellada de San Mamés.

En el País Vasco el Levante emitió un contundente mensaje. Dimensionó su espíritu y quebró el ánimo de sus adversarios. O quizás haya que resaltar la aparición de Boateng en el desenlace del choque ante el Málaga para sentir la inmortalidad. El Levante amarra una permanencia en entredicho en distintos pasajes del curso en litigio, si bien habría que acentuar, en rigor, que el colectivo azulgrana nunca ha estacionado en las posiciones más comprometidas de la clasificación. Los números dejan de tener magnificencia cuando restan tres confrontaciones para el cierre del ejercicio. Ya no hay espacio para las conjeturas y para las suposiciones. El hecho enfatiza las prestaciones emitidas por el bloque que conduce Paco López desde su conversión en entrenador como relevo de Muñiz. Quizas el Levante comenzará a liberar su mente con la victoria emancipadora de Getafe. La lucha era a cuatro bandas con el Málaga, Las Palmas y Deportivo. Las cartas estaban marcadas. Solo podía sobrevivir uno. Y los rivales se fueron cayendo en las semanas inmediatas hasta llegar al presente.

El dato refuerzo a un bloque comprometido y fuerte desde un prisma moral. No es fácil mantenerse al filo del precipicio. El gol de Coke en el Coliseum fue providencial para armar anímicamente a un grupo algo deprimido. El futbol le había castigado en los minutos finales de las citas de Vitoria y ante el Espanyol en el Ciutat. El Levante sintió el yugo de la opresión, pero supo restaurar su estado anímico a golpe de victorias emancipadoras. El ciclo de Paco López, todavía inconcluso, aleja cualquier atisbo de duda. Las cifras son mágicas; diecinueve de veinticuatro puntos se convierten en una hoja de ruta intachable. El Levante del presente supera las prestaciones del Real Madrid o F.C. Barcelona. No es un componente aleatorio. El triunfo ante el Sevilla permite enlazar cuatro victorias enlazadas en el Ciutat para derribar un registro histórico. No lo hacía desde el nacimiento de la temporada 2012-2013 con Juan Ignacio en el banquillo. Espanyol, Real Sociedad, Valencia y Granada probaron la resistencia y el brío de un equipo que se sentía tocado por las deidades.