Si creías que tus dramas amorosos eran dignos de telenovela, espera a conocer la historia de los Amantes de Teruel. Juan e Isabel, protagonistas de una tragedia medieval que tiene más giros que cualquier serie de Netflix, son el ejemplo perfecto de que el amor puede ser tan fuerte… que te deja tieso.
Amor, guerra y cinco años de espera (demasiados)
La historia comienza con Juan Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, dos jóvenes turolenses que se amaban desde la infancia. Pero como suele pasar en las historias de amor medievales, había un problemilla: Juan era pobre como una rata. Isabel, en cambio, pertenecía a una familia rica y su padre tenía planes más “lucrativos” para su hija.
Cuando Juan pidió la mano de Isabel, el suegro lo miró de arriba abajo y le soltó un sonoro “NO, que eres más pobre que las ratas del castillo”. Pero como el amor no entiende de dotes ni propiedades, Juan decidió ir a la guerra para hacerse rico y le pidió a Isabel que lo esperara cinco años
El regreso del héroe (y el plot twist del siglo)
Tras cinco largos años, Juan volvió a Teruel esperando casarse con su amada, pero en lugar de encontrar a Isabel vestida de blanco, se encontró con el peor plot twist de su vida: Isabel se había casado con otro. Al parecer, su padre la había presionado tanto que la pobre muchacha cedió.
Y aquí es donde la cosa se pone dramática de verdad. Cuando Isabel le dijo a Juan que ya estaba casada, él se desplomó a sus pies y murió de puro desamor. ¿Es posible morirse de tristeza? Pues Juan nos dejó claro que sí
El beso fatal: Si no puedes besarlo en vida, al menos en la muerte
La tragedia no terminó ahí. En el funeral de Juan, Isabel, llena de remordimiento y desesperación, se acercó a darle un último beso… ¡y cayó muerta también! Todo esto pasó delante de todos, en un espectáculo digno de la mejor tragedia griega. Vamos, que ni Romeo y Julieta tuvieron un final tan teatral
Las momias más románticas de la historia
Siglos después, en 1533, fueron descubiertas dos momias que la gente de Teruel juró que eran las de Juan e Isabel. Los cuerpos fueron enterrados juntos y, desde entonces, se les ha dado un lugar especial en la Iglesia de San Pedro de Teruel, donde reposan bajo un precioso mausoleo de alabastro(
Hoy en día, los visitantes de Teruel pueden visitar el Mausoleo de los Amantes, un lugar que atrae tanto a románticos incurables como a aquellos que disfrutan de una buena dosis de drama medieval.
Conclusión: ¿Realmente es mejor morir de amor?
La historia de los Amantes de Teruel es el relato definitivo sobre lo que NO debes hacer por amor: esperar tanto tiempo, volver de la guerra sin avisar, y morir de tristeza cuando las cosas no salen bien. Pero, eso sí, la lección que nos queda es que el amor eterno es real, al menos si te quedas tieso en el proceso.
¿Y tú qué harías? ¿Esperarías cinco años a que tu amor vuelva de la guerra o preferirías pasar página y vivir para contarlo? ¡Déjanos tu opinión y no te olvides de reservar tu visita al mausoleo más dramático de España!