El encuentro de Copa de Europa que se desarrolló en Valencia el pasado 5 de mayo pasará a la historia, más que por su inverosímil resultado (104 a 00), por la impresentable actitud del cuadro técnico austríaco, que humilló a sus propios jugadores y ridiculizó el espíritu deportivo, al ordenarles doblar la rodilla en cada jugada y rehusar el juego en defensa, dándose la insólita imagen en ocasiones de ver cómo los Blue Devils huían a la carrera literalmente de los bloqueos valencianos. En esas circunstancias los Firebats se dedicaron a practicar formaciones y dejar pasar el tiempo sin dejar de anotar en cada posesión, dejando claro que no iban a participar del bochornoso espectáculo ofrecido por los Cineplexx Blue Devils.
Ante todo, desde los Firebats han querido exculpar a los jugadores de campo austríacos, que en todo momento se mostraron disciplinados ante la incongruencia de sus responsables, y padecieron en primera persona el ridículo de la situación.
La burda excusa de los responsables del equipo austriaco era que el terreno no estaba en perfectas condiciones para la práctica del fútbol americano, ya que presentaba algunas áreas desprovistas de hierba, pero quizás tenga algo que ver que les faltaban varios jugadores que por cualquier razón llegaron dos horas tarde al estadio, procedentes de Alicante por un vuelo retrasado.
Se da la circunstancia de que el campo de juego presenta diversos agujeros producto de su uso en otras disciplinas deportivas, pero durante la mañana previa a cada partido, personal del club emplea horas en repararlos, rellenándolos con tierra para preservar la integridad de los deportistas. En ésta ocasión se procedió de igual manera, siendo incluso más meticulosos en las labores, y la sorpresa fue descubrir cómo algunos miembros del equipo austríaco se dedicaban a destapar los citados hoyos para a continuación sacarles fotos, lo que produjo algunos momentos de tensión entre quienes estaban reparando el campo y estas personas.
Así pues los Cineplexx Blue Devils,, a los que en ningún caso se puede considerar representantes del deporte austríaco, consumaron la ofensa al deporte que con tanto esfuerzo los Firebats tratan de desarrollar, faltando al respeto de absolutamente todos, desde la Federación Europea hasta ellos mismos, pasando como no, por el club Valencia Firebats y el público asistente al encuentro, al que el club valenciano y la organización de la EFAF CUP han querido pedir disculpas por el triste espectáculo ofrecido a causa de la actitud de los responsables del equipo visitante.
VLCCiudad / Redacción