En agosto, Google anunció que instalará un cable submarino de fibra óptica de u$s300 millones llamado FASTER, que tendrá protección extra, por lo que será sumamente duro. ¿El motivo de esta medida? Los tiburones están atacando las líneas submarinas que transportan información.
Estos cables, vitales para la comunicación intercontinental, suelen ser mordidos por tiburones y otros peces como barracudas, lo que daña seriamente la infraestructura y causa cortes en internet. Es por esto que para reforzarlos, empresas como Google empezarán a cubrirlos con un material similar al kevlar, usado en chalecos antibalas, para así evitar el daño de las mordidas.
Aunque no se determinó por qué realizan estos ataques, un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente sugiere que debido a su gran sensibilidad, los tiburones detectan los campos electromagnéticos de los cables y son atraídos hacia ellos, al confundirlos con señales que emiten los peces.