Una mujer de Parma, ciudad en Ohio, preparó su casa de un modo tan explícito que sus vecinos están preocupados por la salud mental de sus hijos.
En lugar de colocar las típicas calabazas de Halloween, la estadounidense Vicky Barrett decidió exponer maniquíes empalados, desollados y crucificados justo en su jardín frente a la calle que muchos niños utilizan para ir a la escuela.
La exhibición de distintas formas de tortura para recibir la Noche del 31 de octubre es tan brutal que varios vecinos se unieron para pedir a las autoridades locales que hagan algo al respecto, informó el portal británico Unilad.