(Atenas/Agencias) Más doscientas personas han sido detenidas en Grecia tras una larga noche de enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes que conmemoraban el sexto aniversario del asesinato del adolescente Alexis Grigorópulos a manos de un policía en 2008.
Los disturbios se han producido en el barrio ateniense de Exarjia, donde murió Grigorópulos, después de una manifestación a la que asistieron unas 5.000 personas según la Policía.
Los últimos datos policiales cifran en 211 las personas que fueron llevadas a comisaría, entre ellas algunos periodistas.
Los manifestantes montaron barricadas con contenedores a los que prendieron fuego y lanzaron cócteles molotov y bengalas a los agentes antidisturbios, que respondieron con abundantes gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y vehículos especiales que lanzaban agua.
La batalla se extendió por las estrechas calles de este barrio conocido por su militancia anarquista e izquierdista con continuos enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Agentes antidisturbios rodearon el barrio y hacían incursiones en él, mientras los manifestantes trataban de evitarlos lanzándoles cócteles molotov, piedras y cohetes.
También se vivieron enfrentamientos en otras ciudades del país como Salónica, Volos, Patras, y en menor medida en Janiá y Heraclion, en la isla de Creta.
El asesinato de este joven en 2008 desembocó en una revuelta juvenil sin precedentes en Grecia, de una gran violencia y que se prolongó durante tres semanas.
Encarcelación de Romanós
A este aniversario se suma la tensión por la situación de su amigo, el anarquista Nikos Romanós, encarcelado y en huelga de hambre, que reclama poder seguir sus estudios fuera de prisión. Los disturbios empezaron hace varios días cuando fue trasladado de la cárcel a este hospital.
Las autoridades temen que empeore su salud y desencadene una ola de protestas similares a las de hace seis años.
Durante las marchas se han podido escuchar gritos contra la policía en recuerdo del joven asesinado y también mensajes de apoyo al preso Nikos Romanós, amigo de Grigorópulos, como ‘Libertad para Romanós’ o ‘La pasión por la libertad es más fuerte que las celdas’.
Romanós mantiene desde hace 26 días una huelga de hambre, y este sábado su abogado anunció que pretende privarse también de agua, el único líquido que toma, en protesta contra la negativa de las autoridades de concederle un permiso penitenciario para acudir a las clases de la universidad.
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