El Péndulo | Jimmy Entraigües.- Cuando la escritora Mado Martínez pasó por Valencia promocionado su novela ‘La Santa’ (Algaida, 2014) rápidamente nos pusimos en contacto con ella para charlar sobre su obra. ¿Por qué? Además de ser doctora en Lengua y Literatura, Martínez es toda una especialista en el campo de las tradiciones y rituales de índole popular. Sus estudios de antropología le han llevado a conocer de cerca el carácter cultural y patrimonial que supone el componente atávico en las bases del folklor social.
Su trabajo para diversas revistas, tanto científicas como relacionadas al ámbito metafísico o esotérico, le permite tener una amplia mirada sobre el componente antropológico y cultural que conlleva la riqueza folklórica de España.
‘La Santa’ lleva en sus entrañas, precisamente, una de las leyendas más presentes en la cultura ibérica: La Santa Compaña. Esa leyenda afectará de lleno el espacio de un internado, en Asturias, donde las niñas residentes comienzan a desaparecer. Bajo estos mimbres Mado Martínez teje toda una historia que, de alguna manera, vindica la validez de un género, como el sobrenatural, y ponen en valor la necesidad de recuperar un modelo narrativo que se abre camino entre la multitud de novelas históricas y dramáticas que pueblan las librerías.
El Péndulo: ¿Cómo surge la idea de adentrarse en un universo cargado de elementos atávicos, mágicos y donde la Santa Compaña ocupa un lugar preponderante?
Mado Martínez: Bueno, la historia no surge de repente, de golpe. No me levanté un día y dije “voy a escribir una novela sobre la Santa Compaña”. Más bien me dije, “voy hacer una novela que se desarrolle en un internado de señoritas” y…, ¿dónde situar está acción? Nada mejor que en los Picos de Europa. Al principio, la bestia no tenía identidad, cuando me propuse jugar con una bestia pues…, no lo veía claro pero, al final, la trama fue manejándose mucho con esa superstición, con ese miedo profundo que los lugareños tenían a la Santa Compaña y que.., es una versión muy local, que los lugareños tiene, una versión muy particular de la Santa Compaña. No es una Santa Compaña al uso.
E.P.: Digamos que las raíces son muy concretas y tienen un valor atávico muy localista.
M.M.: Sí, sí. Totalmente de acuerdo. Esa es la idea, mostrar una referencia del terror, del miedo de una forma muy particular y muy concreta.
E.P.: Eres colaboradora de revistas como Más Allá, Enigmas o Año/Cero y resulta interesante ver que todo el universo de pensamiento mágico, en ocasiones, quede reducido al ámbito de revistas muy especializadas que no siempre tienen el respaldo del colectivo de muchos escritores pero, ¿no crees que España ha perdido parte del encanto de su pensamiento mágico cuando en Latinoamérica o Escandinavia están muy orgullosos de la pervivencia de esas tradiciones?
M.M.: Estoy totalmente de acuerdo contigo. Allí en Latinoamérica se preserva mucho más y en países como Dinamarca o en Escocia se mantienen vivas y con buena salud. En ese sentido hemos perdido un valor cultural que cuesta recuperar.
E.P.: Quizás la tradición cristiana y la llegada de la inquisición hizo que se perdiera mucho toda la leyenda, la liturgia y las tradiciones relacionadas con el pensamiento mágico. ¿Es hora de recuperar desde la literatura esa parte de la historia?
M.M.: Respecto a la pregunta te digo, desde ya, que sí. Es necesario recuperar toda esa parte de la tradición. La fuerza del pensamiento cristiano y la Inquisición, muy especialmente, rompieron el hecho que se mantuvieran. La Santa Compaña es uno de los mitos folklóricos, una de las leyendas, más importantes de España. Es uno de los elementos folklóricos más conocidos, tiene otros nombres en la geografía española, pero…, también es un mito muy arraigado en Europa con el Ejército Furioso de Wotan, el ejército de Odín, y…, se lleva viendo desde épocas remotas y ya tenemos documentación, testimonios y fuentes desde la Edad Media, no es una cosa que digan “es que eso ha surgido desde que se inventó el Purgatorio, en el s. XIX”… No, no, no, es algo anterior y más profundo. También tenemos testimonios muy interesantes en América Latina como la Barbacoa Antioqueña, en Colombia; las Ánimas de Cucao, en Chile y… Bueno, tenemos referencias en Costa Rica, Panamá…, en multitud de lugares. Sí que es verdad que en Latinoamérica lo tienen mucho más arraigado y encuentras a personas mucho más conectada con su parte mágica. La última vez que estuve en Colombia y me sentaba a hablar con cualquiera y me decía, “yo habló con el Espíritu Santo” y…, bueno, eso es lo más normal para ellos, nosotros diríamos “¡huy!, pero este tipo está loco”. Creo que nosotros lo hemos perdido y me da pena. Creo que deberíamos recuperar nuestra parte de pensamiento mágico. Es necesario poner en valor esa parte mística y profunda porque el hombre sin misterio no es nada, está vacío en sus valores mágicos e íntimos.
E.P.: Y supongo que las mujeres también.
M.M.: (ríe) Claro, claro, por supuesto. Todos debemos tener una parte mágica, hombres y mujeres.
E.P.: Situar la acción la acción en un internado le da a la historia un ambiente como más claustrofóbico.
M.M.: Sí, porque me interesaba mucho trabajar en un ambiente cerrado, en un internado que no pudieran salir y crear un ambiente de terror psicológico, de aislamiento y…, que mejor lugar que los Picos de Europa para poner todo eso en juego.
E.P.: Entronca mucho con la literatura romántica de mediados y finales del s.XIX y…
M.M.: … Claro, claro. Tienes toda la razón.
E.P.: … A uno le viene a la memoria Lovecraft o Poe y…
M.M.: … Sí, sí, y de hecho hay varios guiños a todo ese tipo de literatura. En uno de los capítulos principales dice: “Anoche soñé que volvía a Manderley”, que es como empieza la novela de ‘Rebeca’. A la fundadora del internado le encantaba esa novela porque llevaba su nombre, por ejemplo. A una de las alumnas del internado le encanta que le lean novelas y todas son de Henry James, Mary Shelley u.., otra lee ‘Cumbres borrascosas’, vamos novelas que van por esa línea y que algunas tienen ese punto de misterio y pesadilla que quería incluir en la obra.
E.P.: Jugando con esos elementos literarios también pones en valor recuperar un tipo de lectura donde lo mágico y lo sobrenatural están presentes constantemente.
M.M.: Sí, especialmente lo sobrenatural. Creo que da mucho juego. Hoy en día está muy de moda la novela negra, la muerte, los detectives y…, parece que ya no tuviera cabida otro tipo de historia pero… Pienso que lo sobrenatural da mucho juego en muchos sentidos. En el cine español, por ejemplo. Mucho cine español de terror juega con lo sobrenatural y eso me parece estupendo y…, pienso que haber obtenido un premio como el Ateneo de Sevilla, con esta novela, con este género, pues…, para mí es una alegría profunda porque no es el tipo de novela que se suele llevar el premio.
E.P.: Eso es bueno para el género en España. Es necesario que autores e instituciones den cabida no solo a nuevas voces sino también a géneros que tratan temas de gran arraigo popular.
M.M.: Sí, creo que esfuerzos se están haciendo, especialmente desde la literatura. Cantera de autores hay, público hay, yo misma soy seguidora de unos cuantos autores que tocan el género sobrenatural, por ejemplo. Creo que hay un resurgimiento de este tipo de literatura, muy merecido por cierto, y que además podemos ver reflejada en series de televisión, cine, cómics… Hay un montón de películas y series que tratan el tema.
E.P.: Bueno, los norteamericanos siempre se han sentido muy fascinados por el tema de los sobrenatural y les encanta el género.
M.M.: Bueno, nosotros también somos bastantes seguidores de los temas mágicos y los temas sobrenaturales.
E.P.: Pues imagínate si los norteamericanos tuvieran una tradición histórica como la que tenemos aquí en España o en Europa, creo que habría un millón de películas sobre el tema, más que el género negro.
M.M.: (ríe) Sí, sí, muy seguramente. Yo creo que a la gente en España le gusta el miedo. Es un género que os hace soñar y meternos en un mundo extraordinario y conectar con nuestras emociones, nuestros miedos, nuestras frustraciones, nuestras partes más oscura y atávicas y…, eso es fantástico por que, hoy en día, no tenemos mucha materia ritual en nuestra vida cotidiana como para conectar con eso.
E.P.: Tú eres antropóloga, ¿sí?
M.M.: Bueno, estoy en tercero de antropología.
E.P.: Parece que el tema de los rituales, lo simbólico está muy maltratado por nuestra sociedad cuando es algo que forma parte de la esencia humana.
M.M.: Sí, el ritual está muy maltratado y hasta el sentido de los simbólico parece que queda en entredicho. Es verdad, que una parte del pensamiento racionalista y pragmático ha hecho perder el valor del ritual y su componente social. Para mí tienen una función importantísima. Primero el ritual con nuestros antepasados y eso nos hace sentir un valor de pertenencia con la comunidad y…, luego los rituales dentro de la comunidad que, también, nos hace tener un sentido de pertenencia y fraternidad. En ausencia de rituales hay ausencia de lazos, para mí. Creo que los rituales nos acercan, renuevan nuestros lazos y que nos hacen trascender y nos descubren que hay algo más y nos invita a compartirlo.
E.P.: Mado, muchas gracias por atendernos y te deseamos mucho éxito con tu novela.
M.M.: Muchas gracias, ha sido una charla estupenda y espero que los lectores disfruten con la historia.