La valenciana María Villamayor Jiménez se dio a conocer con su primera novela, ‘El embrujo de Alhambra’, en el 2006 y sorprendió a los lectores con toda una aventura cargada de emoción, tensión y mucha, mucha acción en cada una de sus páginas.
Tras aquella primera experiencia literaria Villamayor maduró una nueva historia que le consumió varios años de trabajo y mucha investigación y en 2012 reapareció en los estantes de las librerías con una nueva y poderosa aventura, un recorrido pasional y vibrante por la historia de Valencia, titulada ‘Las doce llaves’ (Carena Editors). La obra no solo vivió el éxito editorial y del público si no que dio paso a una singular experiencia en la que los lectores y seguidores del libro confluyen en un punto de la ciudad para hacer un recorrido turístico/literario por los ambientes que visitan y concurren los personajes.
A tenor del éxito del libro y su novedosa acción con los lectores por las calles de Valencia, hablamos con María Villamayor sobre su propuesta en ‘Las doce llaves’ y su labor como escritora.
El Péndulo: En tu novela tenemos dos hermanas, que son unas verdaderas heroínas, en busca de un misterio por la ciudad de Valencia sorteando muchas dificultades y viviendo unas cuantas aventuras, ¿cómo nació la historia de ‘Las 12 llaves’ y qué te motivó de ella?
María Villamayor: Pues…, principalmente me apetecía que fuera en Valencia porque yo soy de Valencia y quería hacer una historia desarrollada aquí. Además, nací en la calle Quart extramuros y, de hecho, las protagonistas viven en la calle Quart y… Bien, las dos chicas que viven esta aventura son hermanas, también yo tengo una hermana y…, era un poco jugar con elementos próximos a mi vida y quería que fuera en Valencia y…, ¿por qué no doce llaves? Las doce puertas de la muralla cristiana de Valencia me pareció una idea bastante, bastante original y con el suficiente interés como para escribir una historia sobre ellas.
E.P.: La novela juega con dos elementos temporales, el pasado y el presente. Hay un recorrido histórico sobre la ciudad y sus lugares más emblemáticos al tiempo que sus protagonistas van desvelando parte del misterio que persiguen.
M.V.: Sí, sí, es cierto. De hecho aparece el Tribunal de las Aguas, del cual me remonto a toda su historia y…, sí que es verdad que nos remontamos a hace 3.000 que es el inicio, un poco, de Valencia, o de los edetanos en su momento, y sí que hay ciertas reflexiones donde los personajes expresan que estamos llegando a un punto en el cual la vida no se precia por sus valores sino que se están perdiendo totalmente. Parece que buscamos la fama, el reconocimiento, que nos hemos hecho un poco más egoístas y…, hay un poquito de reflexión sobre esto. Es como recuperar lo que se ha perdido durante tantos años. Aunque esto pase hacia el final del libro sí que los personajes siguen una búsqueda, principalmente porque tiene un motivo fundamental que es resolver el accidente de sus padres, y hacen una reflexión sobre lo mal que nos estamos portando con la ciudad y la herencia que tenemos de ella.
E.P.: Si bien es cierto que tenemos dos protagonistas principales, al que se suma luego un chico para acompañarlas en su aventura, en la novela queda claro que Valencia no solo es un escenario donde ocurren las acciones o los acontecimientos sino que ocupa el rango de personaje al convertirse en un espacio que interviene, participa e interactúa con los protagonistas.
M.V.: Es el fondo de escenario de la historia y además reconozco que me encanta porque Valencia es una ciudad preciosa como espacio para situar cualquier historia. Es una ciudad con muchos elementos para hacer literatura…
E.P.: … Pero…, su valor en la novela alcanza el grado de personaje. Valencia les ofrece cosas a los personajes y sin intercambio, sin diálogo, entre la ciudad y las hermanas, ellas se verían huérfanas de un relato que las impulse a seguir.
M.V.: Sí, sí, es cierto. Tienes toda la razón. En un primer momento era como un escenario donde situar a los personajes y la acción pero…, es verdad que a medida que avanzaba en la novela iba descubriendo que la ciudad se convertía en un personaje más.
E.P.: Precisamente la ciudad les ofrece claves, pistas, ayudas e influye sobre las acciones de las protagonistas.
M.V.: Es muy cierto. Te confieso que en un principio no era así, si no que era colocar la ciudad como un ambiente, un decorado y…, bueno aparecen muchas costumbres valencianas como las Fallas, el traslado de la virgen…, muchas cosas que hacen sentir el pálpito de la tierra, ¿no?
E.P.: Es decir, fuiste descubriendo que Valencia ganaba protagonismo y peso a medida que ibas escribiendo.
M.V.: Sí, sí y eso pasa cuando escribes. Un elemento, un protagonistas comienza a tomar un nuevo valor y descubres que es interesante darle más amplitud. Creo que la historia me fue dictando que Valencia se involucrase muchísimo más en todo el argumento y se convirtiera en una protagonista destacada en la obra.
E.P.: Además de la búsqueda por la ciudad, de las dos protagonistas, nos encontramos con el tema de la búsqueda de los padres, es decir de la identidad. Ellas también necesitan saber qué ocurrió en la muerte de sus padres al tiempo que van descubriendo el perfil de su padre y a lo que se dedicaba. Tiene algo de homérico lo que hacen las dos hermanas.
M.V.: Sí, sí. Piensa que ellas se quedaron huérfanas a los cuatro y cinco años y lo único que les queda son los recuerdos que tiene en un baúl, unas cuantas fotos y…, poco más. Ellas tienen ese sentimiento de necesitar saber. Cuando ellas descubren la libreta de su padre, ahí se despiertan muchos sentimientos y se dan cuenta de los vagos recuerdos que tienen de su padre y…, también van descubriendo lo que el hombre hacía en su trabajo. Sí, es la búsqueda de su padre sobre cómo era, a qué se dedicaba, qué cosas hacía y porqué. Hay bastante de eso en la novela.
E.P.: También tenemos una historia de amor…
M.V.: … Bueno, en realidad tenemos varias historias de amor pero, principalmente, es la de la tía Rosa que vivió un intenso romance pero que, por unas circunstancias complicadas, vio como su novio terminó alejándose de ella. Sí, es una historia intensa y a mí las historias de amor me encantan y sobre todo ésta que se desarrolla en el Mercado Central en eso pasillos donde encuentras colores, aromas, esencias… Me gustaba el marco para la historia de Rosa.
E.P.: Pero también hay otra historia de amor entre una de las protagonistas y el joven que acompaña a las dos hermanas.
M.V.: Sí, exactamente. Luego está Alejandra y…, bueno…, en un principio se supone que las dos hermanas se sienten atraídas por Lluís pero, lógicamente, se termina inclinando en favor de una de ellas. Lo que pasa es que es una historia mucho más pausada, así como la de Rosa es más intensa, más cálida y juega más la añoranza y los recuerdos…, aquí la historia de amor es más lenta y previsible y…, sí, es otro romance dentro de la novela.
E.P.: Hay que reconocer que en las 900 páginas de la ‘Las doce llaves’ además de una historia central mueves varias tramas y subtramas.
M.V.: En concreto son 895 páginas y…, sí, es cierto, es como he compuesto para esta novela. Creo que una historia de aventuras podría estar bien pero…, a mí lo que me gusta es que tenga algo de amor. Soy un poco romántica y pienso que la historia de Rosa es un complemento bastante acertado en el argumento y…, debe de haber algo malo, también. Pienso que el ‘señor del puro’, que persigue a los protagonistas, es la parte que pone las trabas y los obstáculos para que los chicos no logren su fin. He intentado trabajar varias líneas que actúen como contrapeso a cada acción sin perder de vista la historia más importante. Era necesario articular la novela de esa forma.
E.P.: A partir de la novela se ha generado una iniciativa muy interesante que es recorrer los escenarios que aparecen en el libro a modo de visita guiada por la ciudad. Supongo que para muchos lectores les resultará divertido conocer recorrer Valencia como lo hacen las protagonistas.
M.V.: Sí, de hecho surgió gracias a los lectores. Muchos me decían que habían cogido sus familias para visitar los escenarios de la novela y…, en la última edición de la Feria del Libro un lector me lo dijo y se organizó una salida para visitar y conocer los lugares que aparecen en la novela y…, para mí es algo sorprendente y bonito.
E.P.: Entonces, os reunís un grupo de personas y preparáis una salida.
M.V.: En principio se hizo una el cinco de octubre, como primera ruta, para ver la respuesta de la gente y nuestra sorpresa fue que acudieron como ochenta y tantas personas y…, claro, hicimos la primera ruta y la gente respondió muy bien e hicimos un recorrido de casi cuatro horas. Se programó otra para el día diecinueve en vistas de que mucha gente no había podido acudir y…, la segunda fue casi mejor que la primera ya que acudió muchísima gente que participó con sus opiniones y comentarios. Tuvimos que hacer tres turnos en La Almoina era imposible entrar con todo el grupo y…, hemos pensado en una tercera pero ya pasada la fiesta de la Navidad, así nos damos un respiro.
E.P.: Y…, ¿ya tienes en preparación una nueva novela?
M.V.: Sí, estoy trabajando en una nueva novela.
E.P.: ¿También de carácter histórica y de aventuras?
M.V.: No. ¿Sabes lo que ocurre? Con ‘Las doce llaves’, lo que es la trama, como que surgió sola, pero la documentación me llevo mucho tiempo y carezco de tiempo como para meterme en una nueva investigación y recoger datos. Necesitaba desconectar y buscar algo diferente y…, esta historia está ambientada en la Malvarrosa, será una historia muy real, nada de aventuras ni cosas por el estilo y…, la tengo bastante adelantada.
E.P.: Hay algo muy interesante en tu quehacer de novelista y es que con dos trabajos publicados y un tercero en marcha asiste a un taller de escritura creativa. Esta labor la realizan muchos autores en EE.UU. y Latinoamérica como un proceso de ponerse al día con el lenguaje y las técnicas de escritura. Un ejemplo de ello es la escritora Toni Morrison que siendo premio Nobel dice que le encanta ir a clases de escritura y aprender de otras personas, ¿crees que es importante la formación constante del escritor?
M.V.: Soy muy perfeccionista y no hacer las cosas bien a mí me duele mucho y…, si no he podido hacer o apuntarme a un curso de escritura es por mi falta de tiempo pero aquí me encajaba perfectamente el horario, está cerca de casa y me dije ‘es mi oportunidad’. Tengo que decir que me encanta porque me gusta aprender y tengo mucho por aprender. Sé que mi camino es muy largo y que cuanto más conocimiento tenga es mucho mejor para mi trabajo literario. Yo he realizado mis novelas de forma autodidacta y como quiero aprender y conocer las técnicas de escritura, las claves creativas para desarrollar mi trabajo me pareció fundamental apuntarme a los talleres de Aurora Luna y descubrir aquellos elementos que necesito para trabajar. Compartir y discutir con los compañeros de clase las características de un personaje o su entorno social o emotivo me permite ganar en conocimientos e intercambiar comentarios con gente que se está formando o quiere escribir su primera novela. Yo, francamente, me divierto mucho y soy una verdadera esponja aprendiendo lo que más me gusta.
E.P.: María Villamayor, muchas gracias por acercarte a nuestra redacción y compartir la charla sobre tu novela. Te deseaos que siga el éxito de ‘Las doce llaves’ y que muy pronto tengamos tu nuevo trabajo en las librerías.
M.V.: Muchas gracias a vosotros por este momento y la atención que me habéis brindado.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües/Fotos-VLCNoticias