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En las profundidades de la historia del cine, antes de que los hermanos Lumiére capturaran la atención mundial con su cinematógrafo, un fraile burgalés ya estaba dejando su huella en el mundo de las imágenes en movimiento. Su nombre: Mariano Díez Tóbar.
Nacido en Tardajos, Burgos, Tóbar no era solo un hombre de fe, sino también un innovador apasionado. Desde el convento de los padres Paúles de Villafranca del Bierzo, este fraile no solo se dedicó a sus deberes religiosos, sino que también se sumergió en el mundo de la tecnología y la innovación.
Entre sus notables inventos, Tóbar diseñó un reloj que respondía a la voz y una máquina de escribir activada por palabras pronunciadas. Pero su contribución más significativa al mundo fue el “icocinófono”, un dispositivo que combinaba el sonido del fonógrafo con imágenes en movimiento, esencialmente sentando las bases del cine sonoro.
En 1892, tres años antes de que los hermanos Lumiére presentaran su cinematógrafo, Tóbar ya había descubierto cómo sincronizar la proyección de fotogramas en una pantalla. Su pasión por las sombras chinescas lo llevó a investigar y experimentar con imágenes en movimiento, y compartió sus descubrimientos en una conferencia en Barcelona en 1889. Esta conferencia atrajo la atención de A. Flamereau, el representante en España de los hermanos Lumiére, quien, inspirado por Tóbar, construyó su propio dispositivo.
A pesar de sus contribuciones pioneras, Tóbar ha permanecido en gran parte en las sombras de la historia del cine. Sin embargo, recientes esfuerzos en Ponferrada buscan honrar su legado, renombrando la Glorieta del Cine en su honor.
Mariano Díez Tóbar es un testimonio del poder de la pasión y la innovación. Aunque su nombre puede no ser tan reconocido como otros pioneros del cine, su impacto en la industria es innegable. Es hora de que el mundo reconozca y celebre las contribuciones de este fraile burgalés que, desde un convento en Villafranca del Bierzo, cambió la forma en que vemos el mundo.
Mariano Díez Tóbar: El Fraile Pionero del Cine
- Mariano Díez Tóbar, un fraile del convento de los padres Paúles de Villafranca del Bierzo, hizo importantes inventos relacionados con el cine antes de que los hermanos Lumiére presentaran su cinematógrafo al mundo.
- Entre sus inventos, diseñó un reloj que respondía a la voz, una máquina de escribir que funcionaba con palabras pronunciadas y un “icocinófono” que combinaba el sonido del fonógrafo con imágenes en movimiento, sentando las bases del cine sonoro.
- En 1892, Tóbar descubrió cómo sincronizar la proyección de fotogramas en una pantalla, tres años antes de que los hermanos Lumiére presentaran su cinematógrafo.
- En reconocimiento a sus contribuciones y su conexión con el Bierzo, se le dará su nombre a la Glorieta del Cine de Ponferrada, que actualmente está adornada con una escultura de acero corten diseñada por José Sánchez Carralero.
- Este será el segundo intento de nombrar la rotonda en honor a Mariano Díez Tóbar, después de que una propuesta anterior fuera rechazada.
- Tóbar nació en Tardajos, Burgos, pero realizó la mayoría de su trabajo en el convento de los padres Paúles de Villafranca del Bierzo. Además de sus inventos, editó revistas culturales y fundó un gabinete de historia natural.
- Fascinado por las sombras chinescas, Tóbar investigó cómo sincronizar imágenes en movimiento y compartió sus ideas en una conferencia en Barcelona en 1889. A. Flamereau, representante en España de los hermanos Lumiére, asistió a esta conferencia y, con el permiso de Tóbar, construyó su propio dispositivo alrededor de 1892.
- Tres años después de su invento, los hermanos Lumiére invitaron a Tóbar a la presentación de su cinematógrafo en España.