Valencia Noticias | Redacción.- Unos 12.00 manifestantes según fuentes oficiales han llenado las calles de Madrid para pedir “pan, trabajo, techo y dignidad” este domingo, a pesar de la lluvia. La Marcha por la Dignidad, que un año después de los tristemente famosos disturbios que dejaron 101 heridos -67 policías y 34 manifestantes- y 24 detenidos, han transcurrido con total normalidad sin que ello haya impedido la reivindicación firme y airada de unos ciudadanos que, según los datos casi en un 24% del total de la población española, no encuentran empleo pese al anunciado crecimiento de 1,4% del PIB en 2014.
Y es que, tras cinco años de recesión o estancamiento, organizaciones como la Cruz Roja o Cáritas tienen que ayudar aún a cientos de miles de personas que viven bajo el umbral de la pobreza en España, por no hablar del número de desahucios y, aún peor, de suicidios por causa de una desesperada situación económica -cuyos datos se desconocen por no resultar ‘conveniente’ alarmar a la sociedad- y de una brecha salarial y económica más amplia que nunca entre las rentas altas y las bajas -dando por finiquitadas las medias, que han desaparecido-.
Junto a sus compañeros marchó a pie durante días, hasta llegar a la capital de España. Algunos viajaron en autobús, como Antonio Colmenar, de 41 años, procedente de Sevilla, la capital de Andalucía, bastión del Partido Socialista, donde este domingo se celebran elecciones regionales anticipadas.
“Hoy es un día para reivindicar nuestros derechos”, decía este militante de una asociación contra los desalojos, asegurando que en los comicios andaluces votará a Ciudadanos o Podemos, los dos partidos centrista y de izquierda radical respectivamente, que amenazan con poner fin al bipartidismo español de los últimos 30 años.
Las políticas de austeridad aplicadas desde la llegada al poder del Partido Popular, a finales de 2011, bajo una intensa presión de la Unión Europea, con recortes de 150.000 millones de euros en gasto público -principalmente en Sanidad, Educación y Ayudas Sociales- ya provocaron en 2012 un clima social muy tenso y masivas manifestaciones de protesta.
Sin embargo, el estado de crispación se había ido apagando hasta que el 22 de marzo de 2014 se celebraron por primera vez estas Marchas por la Dignidad -convocadas por plataformas sociales, sindicatos y pequeños partidos de izquierda- que reunieron en Madrid a decenas de miles de personas.
Tras aquella protesta se produjeron duros enfrentamientos entre policías y algunos manifestantes. Aquellos choques, poco habituales en España, se saldaron con 101 heridos -67 policías y 34 manifestantes- y 24 detenidos. Un año más tarde, nueve columnas representando a todas las regiones españolas han marchado bajo la lluvia hasta la céntrica plaza de Colón, ondeando una marea de banderas republicanas.
Gritaban “Viva la lucha de la clase obrera” o “Pueblo de Madrid movilízate, y a estos sinvergüenzas párales los pies”, en referencia a la multiplicación de escándalos de corrupción que indigna a la población en un país que desde el inicio de la crisis en 2008 vio a cientos de miles de familias perder su empleo y su vivienda.
Esta situación ha contribuido al auge meteórico en los sondeos de Podemos, que denuncia a las élites política y económica y encabeza las intenciones de voto de cara a las legislativas de finales de año. Las pancartas piden “Empleo digno”, “Vivienda digna, para todos y todas” o “Servicios públicos y de calidad”.