El Péndulo | Jimmy Entraigües.– Con una amplia carrera en teatro y cine, la actriz Mireia Pàmies llegó a Valencia con una soberbia obra del dramaturgo Philippe Blasband titulada ‘Nathalie X’ que estará en escena hasta el próximo domingo 22 de noviembre. Comparte tablas con Cristina Higueras y la violonchelista Marina Barba, bajo dirección de Carlos Martín.
Pàmies, en este nuevo trabajo escénico, se pone en la piel de Nancy, una prostituta a la que se le encarga un trabajo muy especial que termina implicándola tanto física como emocionalmente y…, para conocer más de cerca su relación con la obra y el personaje, charlamos con la actriz horas del estreno nacional de la pieza teatral.
El Péndulo: Una obra con dos mujeres, que hablan sobre un hombre ausente, y una violonchelista en escena poniendo forma musical a ese triángulo amoroso, ¿parece una relación muy intensa, no?
Mireia Pàmies: Bueno, en parte sí y en parte no. Es un juego de triángulo pero para nada con excesiva carga dramática. Es una obra de un erotismo muy fino donde las emociones florecen constantemente, donde una mujer intenta conocer al hombre que la abandonó contratando los servicios de una prostituta para averiguar cosas, momentos, hechos. Ella quiere saber quién era su marido y lo hace a través de otra mujer. El tema tiene su morbo y no sólo es un juego de triángulo amoroso, tiene puntos de humor o…, de sorpresa con ironía que la alejan de la intensidad dramática que, a priori, uno pueda imaginar de principio. La música de Marina Barba le da vida al triángulo y, de alguna manera, el hombre está presente con ella como lo está en la vida de las dos mujeres. Yo creo que es una obra muy interesante en ese aspecto.
E.P.: El teatro tiene la ventaja de dar piezas y personajes muy especiales.
M.P.: Sí. El teatro es un generador de historias y personajes inagotable.
El Péndulo: Uno de los personajes más bonitos que hay en el mundo del cine, la literatura o el teatro es el de la prostituta. Es un personaje frágil y fuerte a la vez lleno de matices y rico en muchos de sus planos, ¿cómo abordaste el personaje de Nancy o…, cómo fuiste creándolo para hacerlo tuyo?
M.P.: ¡Uufff! (dice sonriendo). Bueno, los dos personajes son bonitos pero…, Nancy es un caramelito. Cuando leí el texto pensé, ‘esto es maravilloso’, ‘qué buen personaje’. Desde un principio hemos trabajo con Carlos (se refiere a Carlos Martín, el director de la obra) todos los aspectos del personaje, a parte de su pasado y de cómo se convierte en prostituta, para ir dándole vida a Nancy. A mí me ha ayudado mucho porque forman parte de la personalidad del personaje y eran necesarios para construir su identidad. También sus sueños, lo que le hubiera gustado hacer a ella, las cosas que quedaron por el camino…, y también las diferentes formas, las diferentes… ¡Ay, no me sale la palabra!
E.P.: Aristas.
M.P.: ¡Eso, aristas! (dice con una sonrisa). Por un lado sus puntos de defensa, si es la frialdad, si es la chulería, si es su fuerza física o su imagen, como hay en una primera fase. Ella es un animal herido por la vida y por lo tanto tiene que tener una defensa alta. Pero cuando ve que la defensa va bajando, bajando y bajando, porque ve que el territorio es inseguro sale el alma, el ser que ella es en realidad. Nancy es una personaje frágil pero tiene la evolución que tiene porque es una mujer que alberga una ilusión. Es una mujer que cree que puede hacer otra cosa, que sabe que se siente capacitada para hacer otra cosa. Inicialmente no lo ve pero luego…, vive una transformación. Lo bonito de su relación con la mujer que la contrata es que acaba creyendo que sí puede dar un giro a su vida.
E.P.: Y que Nancy sea un personaje bisagra y esté en medio, o sea intermediaria, de una relación que está rota le da una juego enorme.
M.P.: ¡Sí, sí! Inicialmente se siente sorprendida de hacer este juego ya que nunca se le había presento una situación como la que le toca vivir. Su trabajo no es ser intermediaria, es ofrecer sus servicios, su cuerpo. Para ella las relaciones son físicas, no de transmisora de información o de enlace entre dos personas que ya no están juntas.
E.P.: Nancy forma parte de un mundo más promiscuo pero…, esto también tiene su morbo.
M.P.: Sí, su mundo es más promiscuo pero…, descubre una frontera nueva de la promiscuidad y…, acaba disfrutando de lo que le ocurre. Lo que para ella podía ser un juego inocente y cobrar por su trabajo, aunque le sorprenda la propuesta, terina implicándola emocionalmente y esto la acaba salpicando. Es la parte gris de la obra y ella se ve metida en un juego complejo porque va más allá de lo físico. Creo que los espectadores verán una obra intensa y que les atrapará cuando vean a estas dos mujeres en una relación tan, tan especial.
E.P.: Mireia Pàmies, gracias por atendernos y os deseamos mucho éxito con el estreno de la obra y la gira que tenéis a continuación.
M.P.: Gracias a vosotros, de verdad, y…, esperamos que la gente disfrute con la obra.