Las velas formarán dibujos y formas en las calles, para crear un clima “único de silencio, calma, oscuridad y música”, ha señalado la entidad en un comunicado. “Unas sensaciones que no se pueden imaginar, porque parece mentira que se vivan sólo con el hecho de apagar las luces de las farolas. Pero es así”, ha explicado el alcalde de la localidad, Ramiro Rivera, quien añade “el público que viene un año suele repetir, por lo bonito del ambiente y porque es único. Hay que vivirlo en primera persona”.
La presente edición comenzó a organizarse cuando acabó la de 2017, porque “todo el pueblo se vuelca en colaborar, ya sea preparando el evento, coordinando las actividades o siendo parte de ellas o ensayando con los músicos que van a tocar”.
La iniciativa, que cumple este año su sexta edición, se viene realizando tras la propuesta de una concejal hace casi diez año, cuando comentó que con el potencial de música del municipio –Titaguas tiene banda infantil, juvenil y Banda titular, con más de 175 años– y colaboración vecinal con cualquier evento, “sería fácil tomar ejemplo de La Luz de las velas que se hace en Pedraza”.
El evento ha ido progresando y para este año se han programado talleres, como Arcillarte, con el que se van a realizar portavelas de arcilla; presentación del libro ‘La Memoria de tu nombre’ de Amadeo Laborda; cata de vinos Alto Turia, en la cooperativa vitivinícola o planetario durante el día y la noche.
Como novedad este año, según la información del agente de desarrollo local, Alfredo Rubio, “por la noche habrá microteatro en el museo Simón de Rojas, como otro punto de interés, junto con las actuaciones musicales”.
El encendido será el 28 de julio, a las 21.00 horas. Previamente se habrán representado en el suelo formas y dibujos, con tiza, sobre los que se habrán puesto las velas, sin temática ya que cada grupo es libre de completar su aportación artística con el “único requisito del espacio”.
Además, las rejas de las ventanas, algunos balcones y otras balaustradas se llenan también de velas. Este año al silencio se incorporará se incorpora el aroma a lavanda o espliego, como se conoce en la zona y que siempre se ha usado para las labores agrícolas o en las tradiciones de Titaguas.
En cinco rincones del municipio, junto con la iglesia, sonará desde jazz hasta música pop, pasando por música instrumental de piano o guitarra. Además, este año también estará el museo, donde se harán pases de dos funciones de micro teatro.