El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia lidera una campaña solidaria sin precedentes, pero alerta que su esfuerzo necesita respaldo urgente de las administraciones públicas.
En momentos de crisis, la solidaridad se convierte en el motor que une a la comunidad. Esto lo ha demostrado el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, que desde el inicio de la emergencia provocada por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha trabajado incansablemente para atender las necesidades de las zonas más afectadas. Su labor desinteresada ha permitido distribuir más de 600.000 barras de pan y 20.000 kilos de bollería, valorados en más de 600.000 euros. Sin embargo, el gremio alerta que esta labor, llevada adelante por pequeños hornos artesanos, está llegando a un punto crítico debido a la falta de apoyo institucional.
Un esfuerzo solidario sin precedentes
Desde el primer día de la catástrofe, los panaderos de Valencia, junto a compañeros del sector de otras comunidades autónomas, organizaciones y voluntarios, se movilizaron para garantizar el acceso a productos básicos en las zonas más afectadas. En muchos casos, los hornos locales fueron devastados por las inundaciones, dejando a sus comunidades sin un acceso fácil al pan, un alimento fundamental.
El presidente del gremio, Juanjo Rausell, explica que esta tarea ha sido posible gracias a la dedicación y sacrificio personal de los panaderos:
“Elaborar estas barras de pan no solo implica materias primas como harina o agua, sino también altos costes operativos: energía, transporte, y mantenimiento. Todo esto lo hemos cubierto con recursos propios, pero necesitamos ayuda”.
Los retos económicos y la necesidad de apoyo público
Tras semanas de intenso trabajo altruista, los panaderos enfrentan una carga económica insostenible. Aunque su compromiso con la sociedad es indiscutible, la realidad económica de los pequeños empresarios y autónomos del sector exige una intervención inmediata por parte de las administraciones públicas.
El gremio ha solicitado ayudas económicas y logísticas en reuniones con la alcaldesa de Valencia, Mª José Catalá. Según Rausell, aunque el Ayuntamiento ha mostrado disposición para colaborar, es crucial que se concrete un plan conjunto que garantice tanto la continuidad del apoyo solidario como la recuperación de los hornos afectados.
“Sin el respaldo necesario, será difícil mantener esta labor esencial por más tiempo”, advierte Rausell.
La DANA deja huella en el sector panadero
Más de 80 hornos de la provincia de Valencia han sufrido daños significativos, muchos de ellos con pérdidas totales en maquinaria, materia prima e infraestructura. La situación ha dejado a numerosos panaderos en una posición extremadamente vulnerable, enfrentando el reto de reconstruir sus negocios desde cero.
En respuesta, el gremio ha lanzado una campaña de donaciones destinada a ayudar a los establecimientos afectados. Los fondos recaudados se destinarán a la reparación de locales, reposición de maquinaria y equipos esenciales, y apoyo general para que los panaderos puedan retomar su actividad.
Cuenta bancaria para donaciones:
BBVA: ES18 0182 7710 48 0202582082
Solidaridad que trasciende fronteras
El impacto de esta crisis ha movilizado a panaderos de otras regiones de España, quienes han ofrecido su colaboración para asegurar que no falte el pan en las zonas afectadas. Este gesto demuestra el espíritu de unidad que caracteriza al sector y el compromiso de los profesionales con su oficio y sus comunidades.
El gremio también está trabajando en proporcionar asesoramiento legal y técnico a los hornos agremiados, ayudándolos a gestionar subvenciones y aprovechar todas las oportunidades que surjan para facilitar su recuperación.
Un llamado a la acción
El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia insta a la sociedad y a las instituciones públicas a unirse en esta causa. La labor de los panaderos ha sido fundamental para garantizar el sustento básico de las comunidades más afectadas, pero esta misión no puede recaer únicamente sobre sus hombros.
La situación plantea una pregunta crucial: ¿cómo podemos garantizar que las pequeñas empresas solidarias reciban el apoyo necesario para continuar siendo el pilar de nuestras comunidades en tiempos de crisis?