La televisión española parece haberse convertido en una dicotomía entre David Broncano y Pablo Motos. Sus programas, “La Revuelta” y “El Hormiguero”, dividen la audiencia y monopolizan la conversación. Pero, ¿qué pasa con los que no ven ni uno ni otro?
Si eres de esos que cuando enciende la tele se encuentra siempre con las mismas caras, puede que pienses que la televisión en España se ha convertido en un universo cerrado donde solo existen dos presentadores: Pablo Motos y David Broncano. Es como si todas las cadenas se hubieran puesto de acuerdo para que la oferta televisiva se reduzca a un duelo de titanes entre El Hormiguero de Motos en Antena 3 y La Revuelta de Broncano en TVE.
Da igual si es lunes, martes o cualquier otro día de la semana; encender la tele en prime time es casi como jugar a la ruleta rusa: sabes que tarde o temprano aparecerán ellos, esos dos hombres que, para bien o para mal, se han adueñado de la pequeña pantalla. Pero, ¿qué pasa con los que no ven ni uno ni otro? ¿Con los que preferirían pasar la noche viendo documentales sobre flamencos antes que sintonizar a estos dos?
La batalla interminable: Broncano vs. Motos
Llevamos meses viendo cómo se ha fraguado este enfrentamiento entre David Broncano y Pablo Motos, dos presentadores con estilos completamente distintos pero que, de alguna manera, parecen haberse convertido en los referentes indiscutibles del access prime time en España. La llegada de Broncano a TVE con su programa La Revuelta fue como echarle gasolina a una hoguera que ya estaba encendida. Porque, claro, El Hormiguero llevaba años campando a sus anchas en la franja horaria más codiciada de la televisión, y Motos estaba tan cómodo en su trono que seguramente no veía venir la tormenta.
La Revuelta llegó pisando fuerte, con un humor irreverente y gamberro, marca de la casa de Broncano, quien ya había conquistado a un buen número de seguidores con su anterior programa, La Resistencia. Su aterrizaje en la televisión pública generó una buena dosis de polémica, con teorías conspirativas incluidas sobre si su fichaje fue o no un capricho del presidente Pedro Sánchez, según algunos seguidores de Motos.
Lo que está claro es que esta batalla por la audiencia ha dejado a la televisión dividida en dos bloques, como si de una elección política se tratara. Están los que siguen fieles a El Hormiguero, con su mezcla de humor ligero, invitados famosos y las ya célebres hormigas Trancas y Barrancas. Y luego están los que han abrazado el caos y la irreverencia de Broncano, con su humor que a veces parece no tener ni pies ni cabeza, pero que siempre arranca carcajadas.
Los dos únicos presentadores en España (¿o no?)
El problema de este fenómeno es que ha generado la impresión de que la televisión española ya no tiene espacio para nada más. Para muchos, la noche en la pequeña pantalla es solo una elección entre Motos o Broncano, como si no existieran otros programas, como si la parrilla televisiva se hubiera reducido a un binomio inescapable. Da igual cuántas veces hagas zapping, siempre vuelves al mismo punto: Broncano haciendo chistes surrealistas en TVE o Motos jugando con sus hormigas en Antena 3.
Y lo curioso es que esta sensación se ha extendido más allá de la televisión. Si entras en Twitter o Instagram durante el horario de sus programas, lo único que verás serán referencias a ellos: memes de Broncano, críticas a las entrevistas de Motos, y teorías sobre quién se lleva el gato al agua en términos de audiencia. Es como si no hubiera escapatoria. Pero… ¿y si no quieres ver a ninguno?
¿Qué pasa con los que no vemos ni uno ni otro?
Para aquellos que han decidido no subirse a este tren de hype televisivo, la situación es un poco surrealista. Porque, aunque no lo veas, es casi imposible escapar de la constante mención a estos dos presentadores. A veces, parece que el hecho de no ver El Hormiguero o La Revuelta te convierte en una especie de ser extraño, una anomalía en un país obsesionado con estos dos programas.
Es como si no tuvieras derecho a opinar sobre la tele si no estás al día de las ocurrencias de Broncano o las entrevistas de Motos. ¡Y eso que en la tele hay vida más allá de ellos! Pero claro, parece que esa vida se ve eclipsada por el brillo mediático de sus egos televisivos. A veces uno se pregunta si, dentro de unos años, hablar de “prime time” será simplemente sinónimo de elegir entre Broncano y Motos, como si ya no hubiera más opciones.
Polarización televisiva: ¿hacia dónde vamos?
La cuestión es que esta polarización entre los seguidores de Motos y los de Broncano refleja, de alguna manera, lo que ocurre en otros aspectos de la sociedad. Al igual que en la política, donde las posturas parecen cada vez más extremas y los puntos intermedios desaparecen, la televisión también se ha dividido en bandos. Están los que ven El Hormiguero, a quienes les gusta un formato más tradicional, ordenado y previsible. Y luego están los de La Revuelta, que disfrutan del caos controlado y el humor absurdo que Broncano ofrece.
Es inevitable preguntarse si en algún momento volveremos a tener una televisión con más diversidad, donde la oferta no se reduzca a dos opciones tan diametralmente opuestas. Porque, aunque Broncano y Motos lideran las audiencias, también hay quienes prefieren pasar de largo y no tener que elegir entre uno u otro.
¿Hay escapatoria de este duopolio?
La buena noticia es que sí, la hay. Por supuesto que existen otras opciones más allá de Broncano y Motos, solo que no tienen el mismo altavoz mediático. Aunque parezca que toda la conversación gira en torno a ellos, siempre hay alternativas: programas más pequeños, series, documentales e incluso esas películas de sobremesa que a veces nos sorprenden. No todo está perdido.
Sin embargo, hasta que la fiebre de La Revuelta y El Hormiguero baje, parece que tendremos que seguir viviendo con este duelo constante. Pero oye, si no quieres ver a ninguno, siempre puedes apagar la tele y abrir un libro, escuchar un podcast o, ¿por qué no?, ponerte a ver vídeos de gatos en YouTube.
Y tú, querido lector, ¿estás harto de ver siempre a los mismos en la tele o te subes al tren de Broncano o Motos? ¿O, como yo, prefieres ignorar todo y disfrutar de una buena serie en streaming? ¡Cuéntanos tu plan de escape del duopolio televisivo!