Visitar el Machu Picchu requiere tener unos pulmones fuertes, piernas firmas y poderosas habilidades para tomar decisiones. Entre las preguntas que debes hacerte es: ¿Ir caminando o ir en tren? ¿Excursión de un día desde Cusco o pasar la noche en Aguas Calientes? ¿Pisco sour o Inca Kola? Y otra cosa para reflexionar: ¿turno de mañana o de tarde?
En un esfuerzo por proteger la atracción más popular de Perú de la superpoblación y la degradación, el año pasado, el Ministerio de Cultura emitió una serie de reglas para cuidar el sitio Inca mediante la modificación de las prácticas de visita. Las regulaciones tocan muchos pilares de la visita turística, como cuándo puedes visitarlo, dónde puedes caminar y si puedes llevar un paraguas.
“Machu Picchu es una gran atracción, pero nos preocupa su sostenibilidad”, comenta Sandra Doig, directora adjunta de turismo de PROMPERÚ, la comisión para la promoción de exportaciones y turismo de Perú. “Se está viendo afectado porque hay demasiada gente al mismo tiempo”, explica.
Los números de turistas han ido aumentado a lo largo de los años. Entre enero y julio del año pasado, cerca de 610,000 personas pisaron el Machu Picchu, incluyendo aproximadamente 242,000 viajeros de Estados Unidos, un aumento del 3 por ciento a partir de 2016.
Para descongestionar esa multitud, el gobierno impulsó varias medidas que pondrá a prueba a partir del próximo mes de julio. Por ejemplo, los visitantes no podrán permanecer en el lugar desde el amanecer hasta el atardecer, sino que deben elegir uno de los dos períodos de entrada: de 6am al mediodía o del mediodía a 5.30pm (o a partir de la hora indicada). Sin embargo, si desean visitar el sitio durante todo el día pueden comprar un boleto por la mañana y por la tarde, con un costo de USD 70.00 cada uno. Mientras tanto, los aventureros que ya compraron un boleto combinado para ir a la montaña del Machu Picchu y al Huayna Picchu podrán ingresar entre las 7am y las 11am. Así que deben completar la caminata en cuatro horas o menos.
Según la resolución, los turistas deben estar acompañados por un guía certificado, que no puede tener más de 16 personas a su cargo al mismo tiempo (aquellos que regresen por la tarde o al día siguiente no necesitan acompañante siempre y cuando tengan un talón de su primera visita guiada). Los guías y los visitantes deben seguir uno de los tres circuitos y no pueden desviarse. El circuito número 1, es el más extenso y el más duro, mientras que el 3 es mucho más fácil aunque te perderás algunos escenarios épicos. Finalmente, para mitigar el daño, los visitantes no pueden traer sombrillas ni bolsas de 33 cms. por 20 cms. Tampoco pueden entrar alimentos ni bebidas, a excepción de agua embotellada. Ni cochecitos de bebés ni bastones, a menos que el visitante tenga necesidades especiales. El organismo regulador de Machu Picchu tampoco permite trípodes ni zapatos con tacones.
Las reglas, sin embargo, no son inamovibles. En los próximos meses, los funcionarios “verán los resultados y mejorarán el sistema poco a poco”.
Doig agregó que una de sus preocupaciones más urgentes es la congestión en las afueras del complejo, especialmente en la estación de transbordadores. La mayoría de los visitantes toman un autobús de ida y vuelta desde Aguas Calientes, y las largas colas son muy comunes.
“Uno de los mayores problemas está fuera de este lugar: la cola para tomar el autobús. Tenemos que mejorar ese servicio”, comenta.
Por supuesto que los turistas pueden ayudar a mejorar esta situación sin necesidad de que el gobierno ponga medidas restrictivas. En ese sentido, Doig recuerda que los visitantes pueden preocuparse de su basura, especialmente de las botellas de agua, para no arruinar ese lugar que es Patrimonio Mundial de la UNESCO. También insta a los turistas a aventurarse más allá del Machu Picchu. Kuelap, por ejemplo, es un sitio arqueológico rico en naturaleza que está situado al norte de los Chachapoyas, también conocido como los Guerreros de la Nube, que fue construido en el siglo VI.
“Kuelap es una mezcla de lo que encuentras en el Machu Picchu”, comenta Doig.
Si quieres más aventura, Choquequirao es un sitio inca que es tres veces mayor al tamaño de Machu Picchu. Las autoridades están considerando instalar un teleférico para ayudar a los visitantes a llegar a la cima pero, por ahora, solo se puede acceder a la fortaleza a través de una agotadora caminata de dos días desde Cusco.
“Es más duro debido a la altitud”, explicó sobre este lugar situado a unos 600 metros más alto que el Macchu Picchu.