Una foto frente al Big Ben, otra con el Palacio de Buckingham de fondo y otra en el parque del Observatorio Real de Greenwich, con un pie a cada lado del famoso meridiano que lleva su nombre.
Estos son algunos de los retratos más típicos que se hacen los turistas cuando visitan Londres. La línea imaginaria no sólo nos permite navegar el globo, sino que también mantiene al mundo al ritmo del mismo reloj de 24 horas.
Sin embargo, la última foto, contiene un error garrafal: el meridiano de Greenwich -que divide al mundo entre este y oeste- no pasa por allí, sino que se encuentra a poco más de 100 metros de donde está trazada en metal esta línea imaginaria.
¿Por dónde exactamente?
Por un sendero indiferenciado del parque, entre un tacho de basura y un banco de plaza.
Tecnologías nuevas
Aunque la discrepancia existe desde hace años, un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Geodesy, explica el motivo.
El error se debe, dicen los investigadores, a que la tecnología actual es mejor para calcular la longitud que la que empleaban los astrónomos del siglo XIX.
El sitio original por donde pasa -o mejor dicho, pasaba- el meridiano de Greenwich, se acordó tras una reunión en Washington, en 1884, en la que participaron con su voto 25 países.
La idea era crear una posición universal reconocible de 0º de longitud para facilitar la navegación, estandarizar los mapas y crear husos horarios.
Esta línea -que se utiliza para definir el Tiempo Medio de Greenwich, más conocido como GMT, por sus siglas en inglés- fue calculada enfocando un telescopio en línea recta hacia una estrella (llamada estrella reloj).
El error se produjo porque el telescopio no estaba exactamente en posición perpendicular, dadas las características del terreno donde estaba emplazado y porque la forma de la Tierra causa distorsiones locales en la gravedad.
Los métodos actuales, que utilizan el sistema de posicionamiento global (GPS) que se basa en información satelital, no se ven afectados por estas condiciones.
Por esta razón, pueden determinar el lugar por donde pasa el meridiano con una precisión mucho mayor.
En opinión de Marek Kukula, astrónomo del Observatorio Real, quizá no sea mala idea actualizar el marcador.
“Sería llevar la historia del meridiano de Greenwich al siglo XXI. Actualmente, lo más parecido a un marcador que tenemos es un bote de basura”.