En una ciudad que honra tradiciones, figuras históricas y hasta lugares icónicos, la ausencia de un reconocimiento urbano al plato más famoso de Valencia resulta, cuanto menos, desconcertante.
Valencia, tierra de luz, mar y cultura, ha sabido preservar y celebrar su historia a través de su callejero. Desde calles dedicadas a músicos, artistas y deportistas, hasta plazas que rememoran tragedias o enaltecen tradiciones, el mapa urbano de la ciudad es un reflejo vivo de su identidad. Sin embargo, hay una ausencia que clama al cielo, o mejor dicho, al fuego del socarrat: la paella.
¿Cómo es posible que el plato que representa a Valencia en el mundo entero no tenga una calle, una plaza, una rotonda, o al menos un rincón oficial dedicado a su nombre?
La paella: símbolo universal de Valencia
Hablar de la paella es hablar de Valencia. Este plato, nacido en la Albufera y perfeccionado a lo largo de generaciones, no solo es un manjar; es una institución, un ritual y un orgullo compartido. La paella ha cruzado fronteras y océanos, convirtiéndose en un emblema global que no necesita traducción.
¿Quién no ha visto a un turista emocionado intentando pronunciar “paella” mientras busca el lugar perfecto para degustarla?
Pero la paella no es solo un plato, sino un vínculo emocional y cultural. Es el corazón de reuniones familiares, celebraciones y domingos bajo el sol. Si Valencia puede dedicar espacios a sus Falleras Mayores, a deportistas ilustres y a figuras artísticas, ¿por qué no reconocer a este símbolo culinario?
¿Dónde está la “Calle de la Paella”?
La ausencia de una calle dedicada a la paella podría parecer un detalle menor, pero tiene un trasfondo interesante. Valencia tiene calles con nombres tan variopintos como “Calle de la Seda”, “Calle de los Navegantes” o “Calle del Horno”. Incluso se encuentran referencias a productos locales como la naranja. Sin embargo, la paella, que ha puesto a Valencia en el mapa gastronómico global, no figura en el listado.
Esto lleva a preguntarse: ¿es un descuido o una falta de voluntad política?
Ideas para honrar a la paella en Valencia
Si Valencia decidiera dar a la paella el lugar que merece, las opciones son muchas. Aquí algunas propuestas:
- Calle de la Paella: Podría estar en el entorno de la Albufera o cerca del Palmar, lugares de origen del plato.
- Plaza del Socarrat: Un guiño al elemento más icónico de una buena paella, ese arroz dorado que todos buscan al rascar la paellera.
- Avenida del Caldero: Aunque algunos puristas levantarían una ceja al ver esta referencia (recordemos que la paella se cocina en paellera, no en caldero), sería un guiño popular.
- Monumento a la Paella: Una escultura en el centro de la ciudad que celebre este plato con una obra contemporánea y un área donde locales y turistas puedan conocer su historia.
Reflexión: ¿qué dice esto sobre nuestra relación con la paella?
Que Valencia no tenga un homenaje urbano a la paella refleja, quizá, una falta de atención a cómo las ciudades celebran sus símbolos más populares. ¿Será porque damos por hecho que la paella está tan presente en nuestras vidas que no necesita un reconocimiento especial?
Sin embargo, al igual que las Fallas, las Falleras Mayores o los músicos valencianos, la paella merece un lugar destacado en nuestra memoria colectiva, y eso incluye el callejero de la ciudad.
Una pregunta para ti
¿Qué opinas? ¿Debería Valencia dedicar una calle, una plaza o un monumento a la paella? ¿Dónde crees que debería estar ubicada? Tu voz puede ayudar a corregir esta omisión cultural y dar al plato más icónico de Valencia el reconocimiento que merece.