“La Policía adoptó medidas relacionadas con el cruce ilegal de la frontera en 60 casos. Se ha detenido a 45 personas que entraron en territorio húngaro dañando la valla”, cita el portal Minutouno a Gyorgy Bakondi, consejero del primer ministro húngaro, Viktor Orban.
Las detenciones se han producido después de que Budapest endureciera su postura ante el flujo de inmigrantes que cortaron la carretera que une el país con Serbia mediante la aprovación de una nueva ley que penaliza con entre uno y tres años de cárcel a las personas que entren ilegalmente en el país, cinco años si se cometen desperfectos en la valla de alambre. Las autoridades húngaras también han anunciado la construcción de una nueva valla en su frontera con Rumanía.
Anteriormente Berlín ha anunciado que introduce de manera temporal un control de fronteras entre Alemania y Austria e interrumpe el servicio ferrocarril con el país vecino debido al flujo incontrolado de inmigrantes.
Centenares de miles de personas ya han llegado al territorio europeo este año, y el flujo no cesa. Como consecuencia, la Unión Europea se enfrenta a lo que ya ha sido calificado como la peor crisis migratoria europea desde la Segunda Guerra Mundial. Según las estimaciones de la ONU, durante el año 2015 y 2016 al menos 850.000 personas cruzarán el Mediterráneo en busca de refugio.