El Valencia Basket se ensañó hoy con el Stelmet Zielona Gora en la tercera jornada de la segunda fase de la Eurocup, en la que una vez más se olvidó de sus muchas bajas para ofrecer un recital de intensidad que dejó a su rival sin opciones reales de pasar a la siguiente ronda.
Con esta segunda victoria, el equipo de Velimir Perasovic, dio un importante paso adelante para llegar a octavos de final y ante una Fonteta entregada confirmó una vez más el enorme carácter competitivo que le acompaña desde el inicio de la temporada.
El conjunto polaco trató en el arranque de hacer trastasbillar a los locales con defensas alternativas, pero nueve puntos casi consecutivos del enmascarado Justin Doellman dieron al Valencia Basket el tiempo necesario para poner su engranaje en funcionamiento (19-11, m. 8).
La ágil dirección de Koszarek dio intensidad a los ataques polacos y los tiros de Chanas y los puntos cerca de la canasta de Dragicevic alimentaron su marcador unos minutos pero en cuanto su entrenador puso en marcha las rotaciones, sus errores, que no habían sido pocos, se multiplicaron.
A Erwing Walker sus escasos 172 centímetros le impidieron superar la presión defensiva local y el conjunto polaco tenía cada vez más problemas para poder llegar al campo de ataque. En cambio, no pudo frenar el trabajo de Bojan Dubljevic al poste bajo y los triples de Pau Ribas, que abrieron brecha en el marcador (33-15, m.23).
A diferencia de su rival, al Valencia Basket cada rotación le dio un nuevo impulso y el regreso a la pista de un intenso Sam Van Rossom y del trabajador Juanjo Triguero permitió a los locales llegar al descanso con una prometedora renta (43-24, m.20).
Nada cambió tras el descanso. Consciente de que la manera más cómoda de acabar el partido era mantener la intensidad, el Valencia Basket no levantó el pie del acelerador y el despliegue físico de Romain Sato le bastó incluso para incrementar su ventaja (64-40, m.40).
Resignado a una derrota que le deja sin opciones reales de pasar a la siguiente ronda, el conjunto polaco bajó los brazos. Pero tampoco así logró que el conjunto de Velimir Perasovic se apiadara.
Conscientes de que en una liguilla tan corta, el ‘basket average’ puede ser clave en caso de empates múltiples, los locales mantuvieron la tensión. Sus triples y los puntos de Dubljevic bajo los aros hicieron que su ventaja superara la treintena y permitió al técnico croata dar entrada a los jóvenes Pablo Pérez, David Guardia y Lluis Sabater para completar la fiesta.