Un conmovedor anuncio de una joyería confirma que “la conexión única” que existe entre las madres y su hijos no sólo está al alcance de la vista: también puede sentirse. Para confirmarlo, los publicistas organizaron un pequeño experimento: un grupo de niños con los ojos vendados tenía que reconocer a su madre entre 6 mujeres, utilizando los sentidos del tacto y el olfato. Cada uno de los niños logró reconocer a su mamá.