El busto permanecerá en el Museo Arqueológico y de Historia de Elche hasta 2017
La Diputación amplía en tres años más la cesión de la réplica de la Dama de Elche al Ayuntamiento ilicitano
La Diputación de Alicante ha ampliado el período de cesión temporal de la reproducción de la Dama de Elche al Ayuntamiento de dicha localidadpara que la pieza pueda seguir expuesta enel Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE) con fines culturales, durante tres años más.
La Comisión de Cultura y Deportes de la Institución provincial firmará un convenio con el consistorio ilicitano para regular esta cesión temporal de la pieza propiedad de la Diputación de Alicante.
El Diputado de Cultura Juan Bautista Roselló ha manifestado que la corporación provincial es sensible a las reivindicaciones históricas del Ayuntamiento respecto a la Dama de Elche y considera que es lógico que se pueda seguir exhibiendo en la localidad por la vinculación de la pieza al pueblo ilicitano desde el punto de vista histórico y sentimental.
La réplica casi exacta de la Dama ibérica se realizó en el año 2003 y es una copia tridimensional de alta calidad conseguidaa partir del escaneado digital de la pieza original depositada en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. La reproducción del busto ofrece detalles como los restos de pintura o los efectos provocados por el envejecimiento, exactamente igual que la original.
La copia se encuentra ya expuesta en el MAHE desde el 2012.
Cerca de Elche existe un montículo que los árabes llamaron Alcudia (montículo) y que en la antigüedad estaba casi rodeado por un río. Se sabe que fue un asentamiento ibero llamado Helike y que los romanos llamaron Illici Augusta Colonia Julia. Cuando llegaron los árabes, situaron la ciudad más abajo, en la parte llana, conservando el topónimo romano de Illici, que fue arabizado por el sonido elche. En este montículo o alcudia es donde se encontró la Dama de Elche.
Es ésta una obra única que se data en el siglo IV adC o tal vez en el V, no comparable con ningún otro hallazgo ibérico. Tiene en su espalda un hueco que seguramente servía, como divinidad que se supone que era, para introducir reliquias y objetos sagrados. Otras muchas figuras ibéricas de carácter religioso, halladas en otros lugares, tienen también en su espalda un hueco y, como la Dama, sus hombros se muestran ligeramente curvados hacia delante.
Su indumentaria es totalmente ibera. Lleva túnica blanca de fino lino, mantilla sostenida por una peineta (que puede parecer una tiara), que cae atravesada sobre el pecho. Esta mantilla era roja y en ella aún quedan restos de pintura. Sobre la mantilla, un gran manto (albornoz) de tela gruesa y pesante. Era de color azul. Los labios conservan también restos de su color rojo. Está hecha de caliza fina, amarillenta y la cara tiene el color natural de esta piedra, que es el color de la tez española.
Lleva la Dama unas joyas características de los iberos: unas ruedas que cubren las orejas y que cuelgan de unas cadenitas sujetas a una tira de cuero que le ciñe la frente. Unos collares y coronas con esferitas y filigranas. Son reproducciones de joyas que tuvieron su origen en Jonia en el siglo VIII adC y que después pasaron a Etruria (Italia).