Bashir Jerza, de 50 años, fue identificado como el que dirigió toda la operación que terminó con la vida del guía de montaña Hervé Gourdel. El hombre posee asesinatos y atentados anteriores en su historial
El diario argelino El Watan identificó el sábado a Bashir Jerza, presentado como “el muftí” de los yihadistas argelinos de Yund al Jilafa, como el verdugo de Hervé Gourdel, el rehén francés decapitado en septiembre por este grupo que juró fidelidad a la organización Estado Islámico.
Según este rotativo en lengua francesa, que no cita sus fuentes, Jerza, de unos 50 años y originario de Argel, ya cuenta con varios asesinatos y atentados terroristas a sus espaldas. Asimismo, participó en varios grupos islamistas armados durante la guerra civil argelina de los años 90, que dejó unos 200.000 muertos.
El Watan afirma desde el jueves que el ejército argelino había identificado a los cinco hombres que participaron en la ejecución del francés, entre ellos su verdugo, pero sin citar aún sus nombres.
Gourdel, guía de alta montaña de 55 años, había sido secuestrado el pasado 21 de septiembre, cerca de Argel. De acuerdo con los terroristas, fue ejecutado en represalia a la decisión del gobierno de François Hollande de que Francia participe en los ataques aéreos contra el ISIS en Irak.
Ese mismo día, el ejército argelino anunció la destrucción del “refugio” utilizado por Yund al Jilafa “durante la ejecución” en las montañas del Djurdjura, a 150 kilómetros al sureste de Argel.
El Watan indicó además el sábado que, según sus fuentes, no había ningún vínculo entre el EI y los yihadistas argelinos, ya que el juramento de fidelidad prestado era sólo “un trampolín para aparecer en los medios”.
Es que la decapitación perpetrada por Yund al Jilafa se produjo en el contexto de las 4 decapitaciones de ISIS y fue difundida en las redes sociales a través de un video con un formato similar, aunque más precario.
Estos sangrientos ataques por parte de los grupos yihadistas han empujado a Estados Unidos a encabezar y coordinar una coalición internacional que, mediante ataques aéreos sobre los territorios de ISIS en Siria e Irak, pretende frenar su avanzada.
Esta semana se recrudecieron además los combates en torno a la estratégica ciudad siria de Kobane, que podría ser tomada por los yihadistas en los próximos días, si los milicianos kurdos que la defienden no reciben ayuda externa.