Reyes Martí, la pirotecnia de Burriana, siempre será Reyes Martí. Hoy de nuevo en la Catedral de la Pirotecnia, en la plaza del Ayuntamiento de Valencia lo ha vuelto a bordar y la mujer trabajadora no ha podido tener mejor homenaje. Su disparo, el octavo de las Fallas de 2013, es el décimo consecutivo en la plaza y casi siempre en el mismo día.
Ha hecho lo que ella sabe hacer desde hace años. Una mascletà correcta con un principio clásico pero con un final atronador a lo largo y ancho de toda la plaza que casi convierte el recinto en una pantalla de humo blanco para los miles de espectadores que la han presenciado.
“ Hemos hecho todo el aéreo más moderno para darle más intensidad que no se puede conseguir con el disparo tradicional y hemos incorporado todas las tecnologías.
Lo ha hecho todo al milímetro como ella sabe hacer, y controlando el disparo en el mismo recinto. Ella ha demostrado en el décimo año consecutivo de disparo en la plaza que con 125 kilos de material pirotécnico se logra una buena mascletà pero como ella dice” el listón lo pone cada uno.
Ahora toca esperar a ver su espectáculo nocturno mañana a las 24 horas en la plaza del Ayuntamiento con las primeras piezas de la falla municipal en pleno asfalto, como ya estaban hoy.
Cruz Roja ha atendido a 27 personas durante el espectáculo pirotécnico la mayoría de ellas, 20, por lipotimias, según ha informado Cruz Roja en un comunicado. Una persona ha precisado atención por una contusión; otra por sufrir una taquicardia, otra por malestar general, tres por heridas y otra por un objeto extraño en el ojo. Hoy ha sido el día de más atenciones.
Y protesta también ha tenido. La de una mujer discapacitada que se encadenó hace unos días en la Generalitat hizo patente su malestar junto al Colectivo de Discapacitados de la Comunitat. Curiosamente pasó todos los controles policiales y se puso delante de la puerta del recinto de la mascleta donde, finalmente, fue convencida de la peligrosidad de quedarse en ese lugar.
Su protesta ha durado 30 minutos, previos a la mascleta. Voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja y Policía Local la convencieron de que abandonara ese lugar.
VLC Ciudad/Redacción