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La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid abandona su escaño tras ser relevada como presidenta del partido en Madrid, en un gesto que marca una ruptura con la dirección nacional de la formación.
Rocío Monasterio, una de las figuras más destacadas de Vox en Madrid, ha anunciado que entrega su acta de diputada en la Asamblea de Madrid, después de ser destituida como presidenta de Vox en la región por la dirección nacional del partido. Esta decisión llega tras meses de tensiones internas en la formación, y marca el final de una etapa para Monasterio, quien ha sido uno de los rostros más visibles de la política madrileña en los últimos años.
En su comparecencia ante los medios en los pasillos de la Asamblea, Monasterio reconoció que ya no cuenta con la confianza de la dirección de Vox, liderada por Santiago Abascal. La dirección decidió reemplazarla en la presidencia de Vox Madrid por José Antonio Fúster, el actual portavoz nacional del partido. Monasterio, que se enteró del cambio un día antes de su anuncio oficial, ha denunciado la falta de democracia interna en el partido y ha optado por dejar también su escaño, como un gesto de coherencia personal.
La ruptura con la dirección de Vox
El reemplazo de Rocío Monasterio como presidenta de Vox Madrid marca un punto de inflexión en su carrera política dentro del partido. Monasterio destacó que Vox Madrid era el único comité ejecutivo provincial elegido por votación de todos sus afiliados, y lamentó que con su destitución, esa “democracia interna” se ha visto socavada por las modificaciones en los estatutos del partido, que ahora permiten que la dirección nacional nombre a dedo a los líderes regionales.
En su declaración, Monasterio lanzó un dardo hacia los líderes nacionales de Vox, en particular hacia Santiago Abascal y el secretario general del partido, Ignacio Garriga, a quienes criticó por las “sucesivas enmiendas” que han erosionado los mecanismos democráticos internos. A pesar de sus críticas, Monasterio reconoció que Abascal y Garriga tienen la potestad de tomar estas decisiones, aunque no compartía la forma en que se ha gestionado.
“Me parece lógico y honesto dejar mi acta de diputada”, declaró Monasterio, explicando que al no tener el apoyo de la dirección del partido, lo más coherente era dar un paso al lado y retirarse de la vida política, al menos de momento.
Vuelta a la actividad privada
En su comparecencia, Monasterio subrayó que su incursión en la política siempre fue concebida como “un acto de servicio” a España, y no como un “puesto del que vivir eternamente”. Monasterio explicó que renunció a su vida profesional como arquitecta y a tiempo con su familia para dedicarse a la política, pero que ahora regresará a su trabajo en el sector privado, donde asegura que seguirá contribuyendo a la sociedad.
Con ironía, Monasterio mencionó que en su regreso a la arquitectura construirá “más vivienda” que Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en una clara referencia crítica a la gestión de la líder autonómica en materia de vivienda.
Tensiones internas y el futuro de Vox en Madrid
La salida de Monasterio como presidenta de Vox Madrid y su renuncia al acta de diputada ha reavivado el debate sobre las tensiones internas en la formación ultraconservadora. Desde su fundación, Vox ha experimentado varias crisis internas, con la salida de destacados líderes en diferentes territorios, lo que ha puesto de manifiesto las divisiones dentro del partido.
Monasterio ha sido uno de los referentes más influyentes en Madrid, y su destitución como presidenta regional ha sorprendido a muchos dentro y fuera de la formación. Su liderazgo en la capital era visto como uno de los pilares del partido en una de las comunidades clave para Vox, donde logró consolidar un apoyo significativo en las últimas elecciones autonómicas.
Sin embargo, las tensiones entre la dirección nacional y los líderes regionales parecen haber alcanzado un punto crítico en el caso de Monasterio. La decisión de apartarla de la presidencia de Vox Madrid, pese a su cercanía con las bases del partido, ha dejado al descubierto las dificultades de la formación para mantener una cohesión interna, especialmente en sus territorios más importantes.
José Antonio Fúster, el nuevo líder de Vox Madrid
La dirección de Vox ha decidido nombrar a José Antonio Fúster como el nuevo presidente de Vox Madrid, en un movimiento que busca reforzar la estructura del partido a nivel regional. Fúster, que ya es portavoz nacional de Vox, compatibilizará ambos cargos en un momento en que la formación busca fortalecer su presencia en la capital y en la comunidad autónoma.
El perfil de Fúster es el de un hombre cercano a Santiago Abascal y a la dirección nacional del partido, lo que sugiere un esfuerzo por centralizar el control del partido en manos de los líderes nacionales. Su nombramiento, sin embargo, ha generado dudas sobre cómo manejará las relaciones con las bases del partido en Madrid, que históricamente han mostrado su respaldo a Monasterio.
El legado de Rocío Monasterio en Vox
Rocío Monasterio ha sido una de las figuras más mediáticas de Vox, y su trayectoria en el partido ha estado marcada por su firme defensa de los principios conservadores y su estilo directo en la confrontación política. Como portavoz en la Asamblea de Madrid, Monasterio fue una de las principales opositoras a las políticas de Isabel Díaz Ayuso, aunque su relación con el Partido Popular fue de colaboración en varios puntos clave.
Durante su comparecencia, Monasterio expresó su gratitud a los votantes, afiliados y voluntarios que han apoyado a Vox durante todos estos años, destacando los momentos más difíciles en los inicios del partido, cuando, según ella, “el espíritu de todos era limpio” y el proyecto destacaba por su “solvencia”.
Aunque Monasterio deja su escaño, su renuncia no necesariamente implica el final de su carrera política. La exdiputada ha dejado la puerta abierta a continuar su labor en otros ámbitos, y es posible que su figura siga teniendo un papel relevante en la vida pública española.
Reflexión final
La renuncia de Rocío Monasterio a su acta de diputada refleja las tensiones internas dentro de Vox y pone en evidencia las dificultades que atraviesa el partido para mantener la unidad en sus filas. Su salida del liderazgo en Madrid abre un nuevo capítulo en la política regional y deja interrogantes sobre el futuro de la formación en una de sus plazas más importantes.
¿Qué impacto crees que tendrá la salida de Rocío Monasterio en la evolución de Vox en Madrid? ¿Consideras que la dirección del partido ha tomado la decisión correcta al reemplazarla en el liderazgo regional?
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