El Péndulo | Ana López.– Natural, sin complejos, con las ideas claras. Así es la cantautora Rozalén (Letur, 1986), quien tras realizar su primera gira por Latinoamérica ha comenzado su ronda de conciertos por España para promocionar su nuevo trabajo ‘Quién te ha visto…’. Esta semana, Valencia es su destino. Una ciudad donde siempre tiene buena acogida. Nada más hay que ver lo que sucedió cuando fue publicada la fecha de su concierto en la ciudad: agotó las entradas a los pocos días de ser publicado y tuvo que publicar una segunda fecha.
Fue ayer en La Rambleta donde pudimos ver una de sus actuaciones, la cual repetirá esta misma tarde a las 20:00 horas. María se confiesa una rockera de “cepa” por muy extraño que pueda parecer tras escuchar sus canciones, y es que…, como buena manchega que es el festival de música Viña Rock es una de esas citas que no se pierde desde los 17 años.
Rozalén aún está asimilando la fama que ha adquirido en tan sólo dos años. En uno de los jardines del cauce del río, teléfono en mano, comienza la entrevista:
El Péndulo: Has vuelto hace poquito de Latinoamérica, ¿qué ha sido para ti esta experiencia?
Rozalén: Vengo como con un poquito de miedo, así como que me da todo mucho vértigo, claro es que cuando te vas allí te das cuenta de lo pequeño que es España. Esos países son tan grandes… Aunque bueno sólo he estado en Santiago de Chile y Argentina. Tengo la ilusión esa del principio. Allí todo es a lo grande. Aquí en Madrid en mi primer concierto vinieron 30 personas a verme y ya flipaba, entonces imagínate cuando llegué a Buenos Aires había ciento y pico personas en los dos conciertos que hice. Además allí son mucho más pasionales como que respetan mucho a los artistas… Y vienes como con ganas de ir conquistando el mundo poquito a poquito.
E.P.: ¿Qué te ha aportado a nivel artístico y profesional esta gira?
R.: Ahora, por ejemplo, estoy escuchando muchísimos cantautores de Argentina y bueno cuanto más conoces a nivel musical, conoces otros ritmos, otras melodías, otras formas de hacer música, es esa riqueza que claro tú la escuchas y eso se queda en lo que tú haces. Mi idea en la vida es evolucionar y aprender… Así que vengo mucho más rica.
E.P.: Sin duda todas estos nuevos descubrimientos los puedes poner en práctica en la gira que has comenzado ahora por España. Una gira en la que estás agotando las entradas como por ejemplo aquí, en Valencia, donde tuviste que publicar una segunda fecha. ¿Esperabas que esto sucediera?
R.: Valencia siempre es de lo sitios en lo que mejor nos va, pero se están agotando ahora todos las entradas en general, llevamos pleno y estoy alucinando. Pero Valencia sí que es verdad que fue donde empezamos a meter bastante gente de alrededor. Me esperaba mucho pero no tanto.
E.P.: Hace dos años cuando empezaste a salir a los escenarios, ¿pensabas que en tan poco tiempo ibas a conseguir agotar las entradas de tus conciertos?
R.: ¡Qué va! No, no…, si yo estudié psicología y musicoterapia porque era a lo que me quería dedicar, quería escribir canciones y cantarlas toda mi vida. O sea, mi idea era tener mi trabajo y después hacer alguna cosilla en la música… Pero esto ni de broma, de hecho me da la sensación que va a venir aún una furgoneta me va a meter dentro y me va a decir “venga se te ha acabado” (risas). Sí, sí, porque me parece todo surrealista.
E.P.: Cómo buena manchega que eres conocerás el festival de música rock Viña Rock… ¿Qué hay de rockera en Rozalén?
R.: ¡Llevo desde los 17 años que no me he perdido ninguna edición! Mi voz es más aguda y hay cosas que yo no puedo cantar porque quedan ‘moñas’. Pero lo que yo más escucho desde mi adolescencia son grupazos de rock. Cuando escucho rock o punk es cuando me siento más como en casa. Me acuerdo que las primeras veces en el Aupa Lumbreiras, que es mucho más punk que el Viña Rock, la gente cuando me veía se sorprendía porque pensaba, ‘¿si tú eres una cantautora qué haces aquí?’. Y les contestaba ‘perdona me encanta Soziedad Alkoholika’. Creo que estas cosas no están reñidas con lo que hago.
E.P.: Aun así, en tu nuevo disco se puede escuchar una gran mezcla de estilos, de ritmos…, ¿hacía qué puntos crees que vas a evolucionar?
R.: Mi primer trabajo también fue bastante ecléctico, de hecho al principio como que a los medios les encanta etiquetar todo el rato, y al final todo el mundo se hace un lio, y digo ‘ven a vernos y ya está’… Porque yo soy cantautora, yo compongo las canciones, pero hay cosas muy diferentes. Para mí la música es una cosa muy amplia y compleja y lo que no soporto en esta sociedad en la que vivimos es que tienes que tener una etiqueta, un nombre. En realidad yo lo que voy a hacer es lo que me salga de dentro, y si me sale de repente hacer un disco más ‘moñas’ pues más moñas, y si luego me pongo más bailable, ¡pues venga! La música toda es necesaria, hasta las canciones del verano se necesitan. Puedes evolucionar y hacer muchas cosas diferentes, pero no tengo nada marcado, bueno eso, que no me etiqueten, y ya está.
E.P.: Los mensajes que lanzas en las canciones de tu nuevo trabajo ‘Quién me ha visto…’ muestran mucho de tu personalidad y estado, como es el caso de la letra de ‘Mi fe’ donde hablas del abandono de la fe, es cierto, ¿has perdido la fe?
R.: Esta canción en concreto es una pérdida de fe en la humanidad, no en ningún dios. Además conforme pasa el tiempo y te haces mayor te das cuenta que… Soy una enamorada de la vida y soy super positiva, y pienso que las personas son bondadosas por naturaleza, pero claro se ven y se escuchan cosas tan bestias y cínicas que yo creo que no, que se nos va ‘todo a paseo’. Te das cuenta que hay muchas cosas que te ponen triste y bueno en tu pequeño contexto intentas ser coherente pero…
E.P.: ¿Crees qué esta pérdida de confianza está en la sociedad en general? Pongamos como ejemplo a todos los jóvenes que han tenido que emigrar al extranjero porque aquí no encontraban trabajo.
R.: Al final toda la gente que se va fuera acaba adaptándose, y allí encuentran todo lo que aquí no han podido encontrar… Entonces tampoco es una pérdida de fe, porque la gente emigra y también le pasan cosas bonitas, pero la causa del tener que emigrar es lo que te toca las narices y te ve que no vivimos en un sitio amable, pero bueno somos seres adaptables.
E.P.: Has estudiado Musicoterapia, eres de las pocas cantautoras que han llevado la lengua de signos a tus canciones, de hecho debes de ser la persona a la que más personas sordas van a sus conciertos…
R.: Es una cosa que ya habían hecho muchas personas antes, lo que ocurre es que lo hacía de manera puntual… pero sí claro lo de Bea (Beatriz Romero) es que es una bomba, porque cuando la ves en directo es genial. También es el protagonismo que le doy en mis conciertos porque normalmente los intérpretes de signos están en una esquina, apartados, van de negro, como que no toman parte, si no que se dedican a traducir y ya está. Pero este no es el caso porque Bea forma parte del espectáculo, y claro cuando uno intenta que las minorías estén bien, la cuestión es normalizar y eso sí que lo hemos conseguido en nuestros conciertos. Donde no hay diferencia de nada puede venir cualquier persona y va a ver lo que le dicen. Tener a Bea es una suerte, encontrármela fue una coincidencia, cuando la descubrí no me quedaba más opción que quedármela para siempre.
E.P.: ‘Con derecho a…’, “Quién me ha visto…”…, Rozalén, la mujer de los títulos inacabados. ¿veremos alguna vez los títulos de tus discos terminados?
R.: (risas) Eso yo no puedo prometerlo porque poner puntos suspensivos va mucho conmigo, porque como es muy evidente lo que viene; lo suelo dejar todo a medias. Para los títulos tanto de canciones como de discos soy horrible, y este lo tuve como claro, cuando hice la canción de ‘Photocall’, porque es algo que me he repetido yo y me han repetido tanto mis amigos ‘quién me ha visto y quién me ve”, que bueno… También queda un poco irónico y guasón, y dije…, pues voy a dejarlo a medias y así también sigo la tradición de los puntos suspensivos.