La agencia Aamaq, vinculada al grupo terrorista, difundió imágenes que muestran una aeronave en llamas precipitándose a tierra. Su autenticidad no está probada.
Los terroristas se adjudicaron la autoría del supuesto atentado y mostraron un video, pero Moscú desminitó la versión del ISIS y atribuyó la tragedia a una “falla técnica”. Explicaciones cruzadas y el papel de la guerra en Siria
Tras la tragedia del avión ruso estrellado en el Sinaí egipcio, Rusia y el Estado Islámico (ISIS) se trenzaron en una batalla dialéctica que busca resolver por qué se produjo la catástrofe. Mientras que Moscú asegura que se trató de una “falla técnica”, la rama egipcia de los yihadistas del Estado Islámico reivindicó su autoría.
De hecho, el ISIS publicó un video que, asegura, muestra la caída del avión ruso.
“Los soldados del Califato lograron abatir un avión ruso en la provincia del Sinaí que transportaba a más de 220 cruzados, y todos murieron”, afirmó el grupo extremista en un comunicado colgado en sus cuentas de Twitter, asegurando haber actuado en represalia a las “decenas de muertos (causados) a diario por los bombardeos” de los aviones rusos en Siria.
Varios expertos militares preguntados por la agencia de noticias AFP consideran que los combatientes de esta rama del ISIS, que tiene su bastión en el norte del Sinaí, no disponen de misiles capaces de alcanzar un avión a 30.000 pies, pero no excluyen la posibilidad de que hubiera una bomba a bordo o de que el avión fuera alcanzado por un cohete o un misil si perdió altura tras un fallo técnico.
Moscú reaccionó con escepticismo al comunicado del ISIS. “Esta información no puede considerarse exacta”, comentó el ministro ruso de Transportes, Maxim Sokolov, según las agencias rusas.
“Estamos en estrecho contacto con nuestros compañeros egipcios y las autoridades aéreas de ese país. En este momento, no disponen de ninguna información que confirme tales insinuaciones”, añadió.
En conferencia de prensa, el primer ministro egipcio evitó contestar las preguntas sobre la reivindicación del ISIS e insistió que solo las cajas negras explicarán el origen del accidente.
Como medida de precaución, la aerolínea francesa Air France y la alemana Lufthansa anunciaron la suspensión de sus vuelos sobre el Sinaí.
EXPERTOS ASEGURAN QUE ISIS NO DISPONE DE MISILES CAPACES DE ALCANZAR UN AVIÓN A 30.000 PIES
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, expresó sus “más profundas condolencias” a su par ruso Serguei Lavrov, y “ofreció la asistencia de Estados Unidos, si fuera necesaria”, según un comunicado de un portavoz del departamento de Estado, Mark Toner.
El presidente ruso, Vladimir Putin, decidió enviar a equipos de emergencia y a su ministro Sokolov al lugar de la tragedia.
El domingo se desplazarán también al lugar seis asesores técnicos de Airbus, dos miembros del BEA –el organismo francés encargado de investigar incidentes aéreos–, dos investigadores del BFU –su equivalente alemán, en representación del constructor europeo–, y otros dos de su homólogo ruso MAK, informó este sábado el BEA en un comunicado.
A bordo viajaban 217 pasajeros –214 rusos y tres ucranianos, según el gobierno egipcio– y siete miembros de la tripulación. Según el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia, los pasajeros tenían entre 10 meses y 77 años.
“La tripulación debía contactar con Lárnaca (Chipre) pero no lo hizo y el avión desapareció de las pantallas de radar“, explicó por televisión un responsable de la agencia federal rusa de aviación, Sergei Izvolsky.
El último accidente aéreo en Egipto se remonta a enero de 2004 y causó 148 muertos, en su mayoría turistas.
Desde la revuelta de 2011 que expulsó del poder al dirigente Hosni Mubarak y los dos años de caos que siguieron al derrocamiento por el ejército del presidente islamista Mohamed Mursi, el turismo está alicaído.
Las fuerzas de seguridad del actual presidente, Abdel Fatah al Sisi, se enfrentan a constantes ataques mortales de la rama egipcia del ISIS –autodenominada Provincia del Sinaí–, en el norte del Sinaí, donde se estrelló el avión.
Pese a ello, las localidades turísticas del sur de la península siguen siendo uno de los principales destinos turísticos del país, muy apreciados por ciudadanos rusos y de Europa del Este.