“Sabíais a lo que veníais” AUGC responde a estas declaraciones de Arsenio Fernández. LaAsociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) responde a las palabras del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa en un discurso en el acuartelamiento de Lonzas (A Coruña), donde presidió los actos del 171 aniversario de la fundación del Cuerpo.
Que le quede claro al DG: AUGC se queda, quien debe marcharse es él
AUGC quiere responder a las palabras pronunciadas por el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, el viernes 15 de mayo en un discurso en el acuartelamiento de Lonzas (A Coruña), donde presidió los actos del 171 aniversario de la fundación del Cuerpo.
En su intervención, Fernández de Mesa recordó que “la Guardia Civil es un cuerpo de naturaleza militar y el Gobierno no va a cambiar eso”. En clara alusión al trabajo de las asociaciones por reclamar derechos laborales para los trabajadores del Cuerpo, De Mesa se atrevió a añadir lo siguiente: “Sabíais a dónde veníais, a un cuerpo en el que nadie se va a hacer rico y en el que realizáis muchas horas de servicio”.
Así es como Fernández de Mesa escucha las demandas laborales de los trabajadores de la Guardia Civil, con ese “sabíais a dónde veníais” con el que parece zanjar cualquier reclamación que se le pueda hacer en relación a las precarias condiciones de trabajo de los guardias civiles. Con sus palabras, el Director General viene a decirnos que, al que no le guste, ahí tiene la puerta.
Lo primero que queremos decirle a Fernández de Mesa es que ningún guardia civil pretende hacerse rico trabajando por los ciudadanos. Y esto se lo recordamos señalándole los datos de la encuesta que recientemente llevamos a cabo entre nuestros afiliados, y en la que tres de cada cuatro guardias civiles aseguraban que considerarían pasarse a la Policía Nacional ante el posible establecimiento de una pasarela profesional entre ambos cuerpos. En dicha encuesta, la cuestión salarial (ante la que también salimos perdiendo los guardias civiles respecto a cualquier otro cuerpo policial que opere en España) quedaba relegada nada menos que a la séptima posición de prioridades.
En el deseo de considerar ese cambio más bien primaban cuestiones como el régimen disciplinario y el carácter militar del cuerpo como los dos principales argumentos. En tercer y cuarto lugar, los trabajadores del Cuerpo marcaban como motivos para el posible cambio las diferencias entre el régimen de personal de la Guardia Civil y la policía y el derecho de sindicación (del que sí disfrutan los policías, pero no los guardias civiles).
Por el contrario, quien arenga y abochorna con este desparpajo a los guardias civiles y a sus asociaciones con estas declaraciones es precisamente el político y responsable del Ministerio del Interior que más cobra, por encima incluso del Director General de la Policía Nacional o del propio Ministro. Él sí que se ha hecho rico en el cargo, igual que ese generalato pomposo y rancio que se reparte ávidamente la mitad de la partida destinada a Productividad entre 10.000 altos mandos, dejando el resto para nada menos que 70.000 trabajadores.
Queda claro, por tanto, que pese a que el sueldo siempre resulta fundamental a la hora de valorar un trabajo, y en esto los guardias civiles no somos una excepción, tenemos por encima de la remuneración otras prioridades que tienen que ver no sólo con la privación de nuestros derechos laborales, sino con las condiciones de precariedad de medios que AUGC viene denunciando sin éxito día tras día.
Porque, ¿cuando el Director General nos dice eso de “sabíais a dónde veníais” se refiere, por ejemplo, a la falta de chalecos antibalas; o al índice de suicidios en la Guardia Civil, de uno cada 29 días? ¿No se le cae la cara de vergüenza al director general de la Guardia Civil por gastar dinero en desfiles militares, mientras los cuarteles se caen a pedazos? ¿Tampoco parece afectarle que sigan entrando trabajadores en penales militares por simples faltas administrativas? ¿Ni que tengamos que patrullar en vehículos con más de 400.000 kilómetros?
Fernández de Mesa se quedó en el año 75, y todavía no se ha enterado de que los guardias civiles somos trabajadores con derechos. Derechos que, le guste o no, alcanzaremos más pronto que tarde, porque la sociedad española está cada vez mejor informada de las condiciones de trabajo de los profesionales de la institución –recordemos- más valorada por los españoles.
“Sabíais a lo que veníais”. Éste es el concepto que el Director de la Guardia Civil y sus amigotes los generales tienen respecto a los guardias civiles, sin pararse siquiera a considerar que el prestigio de esta institución lo mantenemos los que estamos en la calle trabajando a turnos. Por el contrario, al director de la Guardia Civil más bien le molesta que los trabajadores reclamen derechos, libertad y democracia. ¿Será que él no cree en eso?
Por todo ello, AUGC sólo tiene que recordarle al actual Director General que no se preocupe, que de seguir así la situación, sin respetar la nueva jornada sobre jornada laboral, los guardias civiles nos iremos, sí, pero a la calle a manifestarnos.
Quién sí debe irse definitivamente de esta institución es él. AUGC, por su parte, se quedará y seguirá luchando por los derechos de los trabajadores de la Guardia Civil, como ha venido haciendo desde hace ya más de veinte años. Le pese a quien le pese.
Porque los guardias civiles, como la propia sociedad, estamos demandando cambios. Puede que los que sobren sean los que no sepan liderar la modernización del Cuerpo. Que le quede esto claro a Fernández de Mesa, porque #AUGCsequeda.
Con más de 30.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización y la desmilitarización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe)