El paso de la debilitada tormenta tropical Odile, que pisó tierra en México siendo un huracán, dejó al menos dos muertos y decenas de heridos en Baja California Sur. Por los destrozos provocados en el balneario Los Cabos, se registraron episodios de saqueos a comercios, en especial, almacenes de alimentos.
Un grupo de vecinos, vestidos de blanco, montaron guardia para evitar nuevos incidentes y criticaron la ausencia de autoridades de los tres niveles de gobierno. De acuerdo con el periódico Milenio, algunos estaban armados con palos y machetes.
Además, la mayoría de los 238.000 habitantes de Los Cabos todavía no cuentan con energía eléctrica. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, reconoció que Los Cabos vive problemas de abastecimiento, pero recalcó que “nada justifica” los robos y dijo que llegaron más militares y policías para evitarlos.
Según recoge el diario Excélsior, en más de 100 vuelos militares y comerciales, cedidos por distintas aerolíneas, se ha movilizado a los turistas a ciudades como Guadalajara, Tijuana, Toluca, Mazatlán, Los Mochis y Distrito Federal.
Polo se desplaza hacia el oeste-noroeste a 17 kilómetros por hora con vientos máximos sostenidos de 120 km/h y rachas de hasta 150 km/h. Según las estimaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el huracán seguirá una trayectoria paralela a la costa mexicana sin llegar a tocar tierra.
En la ciudad turística de Acapulco fueron suspendidas las clases, y en los alrededores el paso cercano de Polo causó daños leves a casi 200 restaurantes rústicos y otros negocios de playa, según informó el departamento de Protección Civil de la región de Guerrero.
Odile impactó la noche del domingo al lunes como huracán categoría 3 y vientos de 205 kilómetros por hora cerca de Los Cabos, en el extremo sur de la península de Baja California, con orilla al océano Pacífico.
El fenómeno se fue debilitando a su paso por la península hasta degradarse a tormenta tropical y posteriormente salió a aguas del golfo de California. En la mañana del miércoles, Odile volvió a impactar tierra en la región fronteriza de Sonora, pero se fue degradando hasta ser un sistema de baja presión. Allí, de todas formas, rige una alerta. AP