El delincuente, calificado como “bestia sexual” por la prensa británica, mantuvo un “cruel y degradante” trato sobre la anciana de quien no trascendió su nombre. “Fui yo. No puedo creer lo que hice. Soy una escoria“, fueron las palabras de Strachan al entregarse a la policía.
El depravado se entregó en noviembre pasado y hoy se conoció la sentencia. A los 12 años de cumplida la condena, Strachan podría tener salidas controladas por las autoridades.
En la sentencia, el juez de la Corte de Edinburgo Lord Boyd señaló: “Las consecuencias son verdaderamente espantosas. Lo único que deseo es que algún día entienda la total gravedad de lo que ha hecho. El dolor, el sufrimiento y la humillación que infligió a esta dama“.
Al verlo en la sala de audiencias, los familiares de la víctima comenzaron a insultar al violador. “Bolsa de escoria“, fue uno de los tantos gritos que escuchó el condenado.
Luego de una fiesta en la cual bebió y festejó con amigos, Strachan se acercó a las 6.30 a la casa de la mujer, donde la forzó a permanecer dentro de su vivienda. La anciana comenzó a defenderse, a tratar de empujar al joven y tratar de dar una señal de alarma al vecindario. Luego de controlarla y golpearla, la violó.
Luego del asalto sexual, la mujer pudo dar una alerta. Y fue la madre de Strachan quien logró ingresar a su vivienda luego de ver que alguien había ingresado por la fuerza. La vestimenta del depravado fue lo que hizo sospechar a su madre, quien lo confrontó ese mismo día. Nunca más volvió a verlo por su casa. A los pocos días se entregaría.
Además de los años de prisión, la justicia británica dispuso que Strachan sea sometido a un tratamiento especial por ser un peligro para “el orden público y para las personas mayores“.