La directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, ha intervenido hoy en el acto de inauguración del curso “Desafíos actuales de los derechos humanos”, organizado, en colaboración con la Universidad de Alcalá de Henares, por la fundación de víctimas del terrorismo Rodolfo Benito Samaniego con ocasión de la celebración del X aniversario de su creación (2004-2014).
En su intervención, Sonia Ramos ha subrayado que la actual Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo asume una idea fundamental que impregna todo su articulado: “las víctimas del terrorismo son víctimas de violaciones de derechos humanos. Esta tesis –ha agregado- vincula los derechos de las víctimas a los valores universales de las sociedades abiertas y democráticas” al tiempo que marca “las obligaciones jurídicas vinculantes para el Estado a fin de reparar bajo los principios memoria, dignidad, justicia y verdad a quienes han sufrido la violencia”.
Asimismo, ha destacado que “las políticas públicas de apoyo a las víctimas del terrorismo deben enfocarse desde la perspectiva de que se han producido violaciones de derechos humanos, porque este enfoque convierte a la víctima en instrumento de educación en valores y de deslegitimación de toda violencia”.
La directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo considera que es “fundamental que las futuras generaciones conozcan el papel indiscutible que han desempeñado las víctimas del terrorismo en la construcción de una sociedad democrática y libre. Afortunadamente, los años de silencio han concluido gracias a la incesante labor de las propias víctimas y gracias a la sociedad civil e instituciones políticas que, impulsadas por ese activismo, se han concienciado sobre la necesidad de dar paso a un nuevo tiempo en el que las víctimas y sus familias deben dar su testimonio como parte fundamental en la educación para la paz”.
En este contexto, Ramos ha afirmado que la participación activa de las víctimas en la narración de la historia reciente de España, “sin alteración alguna que pretenda emborronar su absoluta inocencia, es obligada. Para ello, es fundamental la puesta en marcha del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, que tendrá sede en el País Vasco y en el que el Gobierno está trabajando junto con el Gobierno vasco, los partidos políticos y, fundamentalmente, con las víctimas y las entidades que las representan”.
“Desde una posición de búsqueda del máximo consenso posible -ha agregado-, se trabaja sobre la premisa de un proyecto que debe ser permanente en el tiempo, y siempre teniendo en cuenta las aportaciones de las víctimas, verdaderas protagonistas del proyecto. Pero, este derecho a la memoria no afecta únicamente a los que han padecido el dolor en primera persona, sino también a la comunidad en la que se ha ejercido la violencia. La memoria ha de ser, pues, la garantía última de que no se va a olvidar lo sucedido.
La directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismos ha enfatizado que “es la hora de construir el auténtico relato de lo que ha sucedido que coloque a los terroristas en el lugar que merecen en la historia de España. No dejemos que intenten arrebatar el espacio público que, por derecho, les corresponde a sus víctimas”.