Los profesionales advierten sobre los riesgos de arreglar vehículos afectados por las inundaciones mientras la alta demanda y la lentitud de las aseguradoras complican la recuperación.
Dos meses después de la DANA: coches amontonados y riesgos crecientes
Dos meses después de la devastadora DANA que afectó a la Comunidad Valenciana, los talleres mecánicos en las zonas más perjudicadas están trabajando al límite de su capacidad. Sin embargo, muchos de los vehículos que llegan a sus manos representan un desafío técnico y, en algunos casos, un peligro.
Raúl, gerente de Eurotaller en Picanya, asegura que los coches que han sido inundados, especialmente si el agua ha entrado en su interior, deberían ser declarados siniestro total. “Desde la experiencia, cuando un coche se inunda por dentro, lo normal es declararlo siniestro”, afirma. A pesar de ello, señala que algunos peritos están recomendando reparaciones en vehículos que, según él, no deberían volver a circular.
Los peligros de una reparación insuficiente
El peligro no es menor: Raúl y otros especialistas han reportado casos de airbags que se despliegan sin previo aviso en plena marcha o incluso en semáforos, así como incendios espontáneos en vehículos reparados tras haber sido dañados por el agua.
Víctor Rubio, de Talleres Rubio, coincide: “No podemos garantizar que los coches reparados tengan un buen rendimiento en el futuro”. Según explica, los daños que provoca el agua en los componentes eléctricos y electrónicos suelen ser tan extensos que resulta más costoso y arriesgado repararlos que adquirir un vehículo nuevo.
La lentitud de las aseguradoras agrava el problema
Mientras los talleres lidian con este volumen de trabajo y los riesgos asociados, los conductores afectados enfrentan otro obstáculo: la falta de respuesta por parte de las aseguradoras. Muchos de ellos siguen esperando la resolución de sus casos, lo que les deja en una situación de incertidumbre.
Además, algunos conductores no saben que, una vez valorados por el Consorcio de Compensación de Seguros, sus vehículos son dados de baja temporalmente. Esto significa que circular con ellos en este estado puede acarrear multas, pero la falta de información complica aún más la situación para los afectados.
¿Reparar o sustituir?
Con miles de vehículos afectados, la pregunta sigue siendo si merece la pena intentar reparar los coches dañados por la DANA. Los talleres insisten en que la mejor solución es declararlos siniestro total en la mayoría de los casos, pero los retrasos en las valoraciones y las gestiones por parte de las aseguradoras han ralentizado este proceso.
¿Crees que debería haber más control y celeridad en la gestión de este tipo de casos? Déjanos tu opinión.