Media Center Spain nos advierte de este hecho.Para conseguir un ‘match’ en Tinder tenemos que compartir información personal con el resto de usuarios. Si no muestras al menos una fotografía y te describes un poco, ¿cómo va a saber alguien si le interesas? Y lo mismo cuando eres tú quien visita los perfiles de otros.
No obstante, cada individuo puede decidir qué quiere hacer público y qué no. Al menos en teoría, porque un reciente estudio de investigadores de la Universidad del Sur de Australia pone en entredicho la privacidad de las ochoaplicaciones de citas más populares de Google Play, entre ellas Tinder y Grindr.
El trabajo de estos expertos en seguridad informática demuestra lo fácil que es acceder a los datos que guardan las herramientas (ocultos para el resto de la comunidad), como las direcciones de correo electrónico y losmensajes privados intercambiados con otros usuarios.
El primer paso de su análisis fue crear un perfil falso en cada una de las aplicaciones para tratar de sustraer información de otros usuarios desde un móvil. Se pusieron en la piel de un ciberdelincuente, interceptando el tráfico de datos de la red y rastreando el directorio teóricamente privado de las ‘apps’.
Para su alarma, todas las herramientas presentaban importantes agujeros de seguridad que las hacían vulnerables a este tipo de ataques, con lo que lograron su objetivo: obtuvieron un los datos personales de muchos perfiles y pudieron guardarlos en el teléfono.