El campo de regatas: es un espacio delimitado en la superficie del mar donde se va a producir la competición de vela. Los organizadores, en este caso el Real Club Náutico de Valencia, debe pedir autorización a las autoridades marítimas que son las que conocen si en ese lugar habrá otras actividades que entren en conflicto con las pruebas: tráfico marítimo, otras competiciones, etc. Recuerdo que en una ocasión la regata de la America´s Cup que se celebraba en la bahía del Hudson frente a NY, hubo de ser suspendida porque un enorme portaaviones de la Navy invadió el campo de regatas. “Ellos no avisan de cuándo van a venir”, fue la explicación de las autoridades marítimas americanas.
Llegando al campo de regatas.
En Valencia, la ubicación de los campos la pueden consultar en lo publicado en días anteriores; diré ahora que están frente a las playas de El Saler. El recorrido que entorno al campo de regatas han de hacer los veleros se ajusta a estos esquemas:
Las regatas en campo siempre son muy parecidas: la salida está frente al barco de los árbitros, que llamaremos el barco del Comité. En él hay un mástil donde se izan diversas banderas. Cada una tiene un significado. Hay una que indica que aún falta un minuto para la salida, lógicamente cuando esa se baja, arría, estamos dentro del último minuto. Entonces se produce la aproximación controlada a la salida. Una señal sonora, antiguamente un disparo, indica que la prueba ha comenzado y ya se puede rebasar la línea de salida.
Navegando a favor del viento.
Y tomada la salida ¿a dónde ir? Hasta el último momento y a la distancia en millas acordada para la regata, los que han de colocar la boya de barlovento, han esperado a que el viento sea estable y sople en dirección a la salida. Entonces colocan la baliza. Es decir, los barcos tendrían que navegar exactamente en contra del viento para alcanzarla. Pero eso no es posible. Si un velero se coloca con su proa en contra del viento, empieza a ser empujado hacia atrás y da igual su “postura”, que su proa esté hacia el viento, éste le empujará al revés. ¿Qué hacer? El velero se colocará diagonalmente hacía un lado u otro y empezará a navegar. Se acerca a su destino, pero se aparta lateralmente, pero cuando ha navegado un trecho cambia de lado, cambia de bordo, y hace otra diagonal hacia el otro lado. Es decir que se acerca en zigzag. Cuanto más acerca su proa al origen del viento y a su destino más lento va, pero cuando hace los zigzags más amplios y va más rápido, más distancia ha de recorrer. Así que el patrón ha de establecer un compromiso entre su velocidad y su recorrido. El que mejor resuelva esta ecuación ganará la prueba.
Baliza de Barlovento.
Una vez llegado a la baliza de barlovento, debe volver. Entonces sí que lo podría hacer en línea recta, el viento le ayuda, pero los veleros están diseñados para navegar en zigzag y aunque izan enormes velas a proa, los spinakers, irán más rápido si van haciendo pequeños zigzags. Entonces la dificultad esta en manejar hábilmente esas difíciles y enormes velas.
Legados al punto de partida, cambio de velas, pues hay que repetir el recorrido, una o varias veces. Eso es una regata.
Sería fácil si un barco fuese sólo, pero con toda una flota la cosa se complica, pues no siempre puedes hacer la maniobra que te interesaría, tienes a tu lado un competidor con preferencia.
Barco comité y sus banderas.
Los resultados: Ya se han realizado entre Viernes y Sábado cinco pruebas de estas. En la categoría de los barcos más grandes el Hurakan, modelo TP52, de Serafini las ha ganado todas. Es el actual campeón del mundo de la categoría, y por lo que parece, también será el campeón de Europa y el Campeón del trofeo. Viéndolo navegar asombra. Es el más rápido, el que más ciñe, el que mejor hace las maniobras. Miras su aparejo y todo está en su sitio, aunque estén en medio de una maniobra difícil.
En la categoría de los más pequeños, el Movistar de Pedro Campos se ha impuesto con una superioridad aplastante en todas las pruebas. Para el resto de la flota la clasificación empieza a partir del segundo.
El Icue IV, está haciendo una competición digna y voluntariosa. Se trata de una tripulación aguerrida y entusiasta que costean con sacrificio aparejos y mantenimiento del barco sin patrocinador y sin publicidad en su casco. Su mejor posición ha sido un décimo puesto lo cual es muy meritorio.
Compitiendo en baliza.
El Fyord-Valencia Luxury, está haciendo una competición fantástica. Han quedado en alguna ocasión segundos y aún pueden alcanzar esa plaza en los resultados finales. De no ser por su catastrófica situación en la regata costera en la que acabaron por la mitad de la flota, seguro que tendrían el privilegio de recoger un trofeo de manos de la Reina que entrega los tres primeros de cada clase.
Hoy, domingo, habrá dos regatas más y todo quedará decidido para aquellos que han de acompañar al Hurakan y al Movistar en los podios.
Será a las 18:00 cuando la Reina Doña Sofía les entregue sus trofeos.
¡¡Felicidades a los ganadores!!
VLC Noticias | José Carlos Morenilla. Foto: José Jordán